Escuelas Infestadas: Cómo la Presencia de Roedores Amenaza la Seguridad de Nuestros Niños
La vuelta a clases después de las vacaciones de invierno debería ser un momento de emoción y anticipación para los estudiantes y sus familias. Sin embargo, en la Región de Los Lagos, algunos colegios se han visto envueltos en una crisis sanitaria que ha obligado a suspender las actividades académicas, dejando a los padres y alumnos preocupados y frustrados.
En la Escuela Correntoso de Puerto Montt, la presencia de fecas de ratones al interior del establecimiento ha desencadenado una situación alarmante. Los apoderados, encabezados por Ana María Pérez, se encuentran molestos y denuncian la falta de seriedad en materia sanitaria por parte de la administración. Ellos temen por la seguridad y salud de sus hijos, quienes se verán obligados a recuperar una semana de clases perdidas.
Pero la problemática no se limita a la Escuela Correntoso. En la Escuela Fronteriza Juan Soler Manfredini de Cochamó, los apoderados también se han visto obligados a tomar medidas drásticas al encontrar fecas de roedores en las instalaciones. Esto se suma a la preocupación por la muerte por hanta de una persona en la comuna, lo que ha llevado a que el establecimiento permanezca cerrado mientras se realiza un sumario sanitario.
Autoridades Deben Actuar con Urgencia
Ante esta situación, las autoridades educativas y de salud deben tomar medidas inmediatas para garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes. El Seremi de Educación, Juan Gómez, ha reconocido los compromisos con los alumnos, destacando la importancia del aspecto emocional de este problema.
Además, en el caso de la Escuela Fronteriza Juan Soler Manfredini, se ha acordado realizar un nuevo diseño de infraestructura y capacitaciones socioemocionales para los estudiantes, lo que demuestra que las autoridades están tomando medidas para abordar esta crisis de manera integral.
Conclusión: Proteger a Nuestra Próxima Generación
La presencia de roedores en las escuelas no solo representa un riesgo sanitario, sino que también puede tener un impacto negativo en el aprendizaje y el desarrollo emocional de los estudiantes. Es imperativo que las autoridades actúen con rapidez y eficacia para erradicar esta problemática y garantizar que nuestros niños puedan estudiar en un entorno seguro y saludable.
Solo así podremos asegurar que la próxima generación tenga las mejores oportunidades para crecer y prosperar. Es nuestra responsabilidad como sociedad velar por el bienestar de nuestros hijos y asegurarnos de que las escuelas sean espacios seguros y propicios para el aprendizaje.
