Masacre en el corazón de Malí: Al menos 25 muertos en un ataque atribuido a Al Qaeda
En una nueva oleada de violencia que azota la región del Sahel, al menos 25 personas han perdido la vida en un ataque perpetrado en el pueblo de Dembo, en el centro de Malí. Según las fuentes consultadas, el ataque estaría atribuido a miembros del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la rama de Al Qaeda en el país.
La mayoría de las víctimas serían habitantes del pueblo que se encontraban trabajando en el campo, así como cuatro cazadores dozo encargados de defender a la población local de este tipo de ataques. Poco después, el cercano pueblo de Sogou Dorkoum también fue saqueado, aunque sin que se hayan registrado víctimas.
Una espiral de violencia en la región del Sahel
Esta zona del centro de Malí se ha convertido en un objetivo recurrente de los grupos terroristas, que intentan imponer su autoridad a través de ataques como este. La situación ha generado una psicosis entre la población local, que teme salir a trabajar al campo por miedo a no volver con vida.
El JNIM suele realizar este tipo de acciones en la región, especialmente durante la estación de lluvias, que comienza en junio y acaba en septiembre. Estos ataques se dirigen a aquellas poblaciones que se niegan a aceptar sus demandas y que suelen albergar puestos de cazadores dozo, que a menudo ejercen como grupos de autodefensa.
La inestabilidad política agrava la crisis
Malí y el resto de los países del Sahel han experimentado un recrudecimiento de la violencia, tanto de carácter yihadista a manos de las ramas de Al Qaeda y Estado Islámico, como de tipo intercomunitario. Esto, en medio de las denuncias sobre abusos por parte del Ejército y los mercenarios desplegados por el Grupo Wagner en apoyo a Bamako para hacer frente a la inseguridad.
La situación ha llevado a Malí, Burkina Faso y Níger -las tres gobernadas por juntas militares- a crear la Alianza de Estados del Sahel (AES), como forma de aumentar la cooperación en materia de lucha antiterrorista al margen de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), bloque del que se han distanciado a raíz de las sanciones impuestas por la serie de golpes de Estado entre 2020 y 2023.
Conclusión
La masacre de Dembo es solo un nuevo episodio en la espiral de violencia que azota la región del Sahel, donde los grupos terroristas vinculados a Al Qaeda y el Estado Islámico intentan imponer su dominio a través de ataques brutales contra la población civil. La inestabilidad política y la crisis de seguridad en países como Malí agravan aún más la situación, lo que hace urgente una respuesta coordinada y efectiva para frenar el avance de estos grupos y proteger a los civiles.