La Verdad Histórica Detrás de la Ocupación Israelí: Una Batalla por la Identidad y la Seguridad
Cuando la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió su opinión sobre la ocupación israelí de Cisjordania, calificándola como ilegal, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, no tardó en responder. Con firmeza, Netanyahu rechazó la decisión, afirmando que «el pueblo judío no es conquistador en su propia tierra». Esta declaración pone de manifiesto la profunda conexión histórica y emocional que el pueblo israelí siente con estos territorios.
La Lucha por la Identidad y la Seguridad
Para Netanyahu y muchos israelíes, Cisjordania, también conocida como «Judea y Samaria», no es simplemente un territorio ocupado, sino una parte integral de la «tierra de Israel», la patria ancestral del pueblo judío. Esta convicción se basa en siglos de historia y en la conexión espiritual y cultural que los judíos han mantenido con estas tierras.
Más allá de la identidad, la seguridad también juega un papel fundamental en la posición de Israel. Netanyahu y otros líderes israelíes argumentan que la presencia israelí en Cisjordania es necesaria para proteger a sus ciudadanos de las amenazas de grupos como Hamás e Irán, a quienes consideran «elementos terroristas».
La Respuesta Israelí a la Opinión de la CIJ
Ante la decisión de la CIJ, Netanyahu y otros altos funcionarios israelíes reaccionaron con firmeza. El presidente del país, Isaac Herzog, acusó a la Corte de «socavar toda noción de progreso en las negociaciones entre Israel y los palestinos», apelando a la «conexión histórica» del pueblo judío con estos territorios.
Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, calificó la opinión de la CIJ como «fundamentalmente deformada, unilateral y equivocada», argumentando que el Estado de Israel «se adhiere al Estado de Derecho y está comprometido con el derecho internacional».
La Respuesta de los Ministros Ultras
La reacción más contundente provino de los ministros ultras y anti árabes del Gobierno, Itamar Ben Givir y Bezalel Smotrich, quienes rápidamente recurrieron a las redes sociales para exigir la anexión de Cisjordania. Smotrich escribió «La respuesta a La Haya: soberanía», mientras que Ben Gvir citó un texto bíblico para afirmar que «He aquí un pueblo que mora aparte, y que no será reconocido entre las naciones».
Conclusión: Una Batalla por la Identidad y la Seguridad
La respuesta de Israel a la opinión de la CIJ refleja una lucha profunda por la identidad y la seguridad nacional. Para Netanyahu y muchos israelíes, Cisjordania no es simplemente un territorio ocupado, sino una parte integral de la patria ancestral del pueblo judío. Esta convicción, unida a las preocupaciones de seguridad, ha llevado a Israel a rechazar firmemente la decisión de la Corte y a defender su presencia en estos territorios.
A medida que la disputa entre Israel y la comunidad internacional continúa, es crucial comprender las raíces históricas y las motivaciones que impulsan la posición israelí. Solo así podremos avanzar hacia una solución justa y duradera en esta compleja y delicada situación geopolítica.
