Exministro del Interior Revela Soluciones Integrales para Combatir la Crisis de Seguridad en Chile

La crisis de seguridad que azota a Chile es un problema complejo que requiere soluciones integrales y un rediseño del Estado, según lo expuesto por el exministro del Interior, Rodrigo Delgado, en una entrevista reciente.

Delgado señala que el crimen organizado se ha vuelto cada vez más sofisticado y coordinado a nivel transnacional, con vínculos entre las armas, la droga y la violencia. Mientras tanto, el Estado se ha quedado rezagado, tardando años en aprobar leyes clave como la de Control de Armas o la de Migraciones.

Un Estado Lento Frente a un Crimen Organizado Ágil

Según Delgado, El Estado va bastante más lento que el crimen organizado, eso está más que claro. El crimen organizado no tiene reglas de uso de la fuerza, no tiene una Contraloría encima. El crimen organizado opera satisfaciendo sus necesidades y son cada vez más ligadas a la tríada de las armas, la droga y la violencia con coordinación transnacional.

Ante esta situación, el exministro considera que el Gobierno actual también ha cometido errores en el manejo de la crisis, como cuando se retiran las querellas, cuando se indultan a los delincuentes y obviamente cuando se trata de trabajar este tema de manera blanda.

Definir Prioridades y Atacar las Causas

Para Delgado, la clave está en definir primero cuáles son las categorías de delitos que se quieren atacar y cuáles son las causas. Señala que Acá hay que definir primero cuáles son las categorías de delitos que queremos atacar, cuáles son las causas. Yo echo de menos un debate, cuando hay obviamente especialistas esto se da, pero a nivel político se da muy poco.

Además, critica las medidas anunciadas recientemente por el Gobierno, como el Plan Calle sin Violencia, considerándolas insuficientes y poco efectivas.

Conclusión: Soluciones Integrales y Rediseño del Estado

En resumen, el exministro Rodrigo Delgado hace un llamado a implementar soluciones integrales y a un rediseño del Estado para hacer frente a la crisis de seguridad que enfrenta Chile. Esto implica definir prioridades, atacar las causas del crimen organizado y no conformarse con medidas superficiales, sino emprender un cambio profundo en la forma en que el Estado aborda este desafío.

Solo así, Chile podrá recuperar la seguridad y el control sobre las actividades delictivas que han ido en aumento en los últimos años.