Alerta en La Araucanía: Gobierno Admite Que Aún No Logra Desarticular Grupos Radicales Mapuches

La situación en la región de La Araucanía sigue siendo motivo de gran preocupación para el Gobierno chileno. Tras los últimos ataques incendiarios registrados en la zona, las autoridades han admitido que aún no han logrado desarticular las organizaciones radicales que operan en el territorio.

En declaraciones recientes, el Delegado Presidencial de La Araucanía, José Montalva, manifestó su inquietud al respecto, señalando que las orgánicas radicales que operan en la zona, no se han desarticulado. Esto a pesar de que, según el Gobierno, se ha registrado una disminución del 42% en los hechos de violencia en comparación con el año pasado.

Ataques Incendiarios Recientes

Los últimos incidentes que han encendido las alarmas en la región tuvieron lugar la semana pasada, cuando individuos interceptaron y quemaron camiones en dos puntos diferentes de la zona: en la Ruta 5 Sur en Collipulli y en la ruta que conecta Padre Las Casas con Cunco.

Ante esta situación, el Gobierno ha mantenido vigente el estado de Excepción Constitucional en La Araucanía, una medida que le otorga mayores facultades a las fuerzas de seguridad para hacer frente a la violencia en la región.

Esfuerzos Insuficientes

Si bien el Gobierno ha logrado la detención de personas vinculadas a algunas organizaciones radicales, como la Resistencia Mapuche Malleco, que se han atribuido algunos de los ataques, Montalva reconoció que estos esfuerzos aún no son suficientes para desarticular por completo a estos grupos.

La situación en La Araucanía sigue siendo un desafío importante para el Gobierno, que busca encontrar una solución duradera a un conflicto que se ha prolongado por años y que ha generado una profunda división en la sociedad chilena.

Conclusión

La admisión del Gobierno de que aún no ha logrado desmantelar las organizaciones radicales que operan en La Araucanía es una señal de que el conflicto sigue vigente y que se requieren esfuerzos más contundentes para lograr la pacificación de la región. Mientras tanto, la tensión y la preocupación se mantienen en una zona que sigue siendo escenario de actos de violencia que amenazan la estabilidad y el desarrollo de la zona.