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Condenado por Abuso Sexual: La Lucha por la Justicia y la Presunción de Inocencia

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Condenado por Abuso Sexual: La Lucha por la Justicia y la Presunción de Inocencia

Condenado por Abuso Sexual: La Lucha por la Justicia y la Presunción de Inocencia

En un caso que ha conmocionado a la opinión pública, Eduardo Macaya Zentilli, de 71 años, se encuentra en arresto domiciliario total a la espera de la lectura de su sentencia. Macaya, padre del senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, fue condenado por dos delitos reiterados de abuso sexual impropio en contra de una persona menor de 14 años. Sin embargo, el proceso judicial ha estado marcado por una serie de giros y decisiones que han puesto en el centro del debate los principios de presunción de inocencia y el debido proceso.

La Decisión del Tribunal de Apelaciones

Tras la condena emitida por el Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal (TOP) de San Fernando, la Corte de Apelaciones de Rancagua confirmó la decisión de mantener a Macaya en arresto domiciliario total, rechazando la solicitud de prisión preventiva presentada por el Ministerio Público y la Defensoría de la Niñez.

La Corte de Apelaciones argumentó que la sola circunstancia de haberse comunicado veredicto de carácter condenatorio en contra del imputado no hace variar por sí sola las circunstancias que se tuvieron en consideración al momento de decretar las medidas cautelares en su contra, ya que aún no existe una sentencia condenatoria firme y ejecutoriada.

La Presunción de Inocencia en Juego

El caso de Eduardo Macaya ha puesto en evidencia la importancia de respetar el principio de presunción de inocencia, incluso después de un veredicto condenatorio. La Corte de Apelaciones ha señalado que Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme, lo que implica que Macaya aún no ha sido considerado legalmente como un condenado.

Este enfoque busca garantizar que los derechos y garantías procesales de los imputados se respeten a lo largo del proceso judicial, evitando que se les trate como culpables antes de que exista una sentencia definitiva.

Conclusión: Justicia y Debido Proceso

El caso de Eduardo Macaya es un recordatorio de la importancia de mantener un equilibrio entre la búsqueda de justicia y el respeto por el debido proceso. Mientras se espera la lectura de la sentencia, es fundamental que se preserve la presunción de inocencia y se garantice que el sistema judicial actúe con la debida diligencia y transparencia.

Este caso pone de manifiesto la complejidad de los procesos judiciales y la necesidad de que la sociedad comprenda y respete los principios que rigen el sistema de justicia, incluso en situaciones tan delicadas como los delitos de abuso sexual.

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