Tragedia en una guardería informal: Mujer a arresto domiciliario por la muerte de un bebé
En un hecho que ha conmocionado a la comunidad, una mujer que operaba una guardería informal en Quinta Normal, donde murió un bebé de tres años tras caer desde un octavo piso, ha sido formalizada por homicidio por omisión y quedado con arresto domiciliario.
La Fiscalía Centro Norte reveló los escalofriantes detalles de esta tragedia, exponiendo las pésimas condiciones en las que funcionaba esta guardería, que carecía de las mínimas medidas de seguridad y los permisos correspondientes.
Una guardería informal con graves deficiencias
Según la investigación, la mujer cuidaba entre dos y cuatro niños en su departamento, cobrando a los padres la suma de $120 mil mensuales por sus servicios, los cuales ofrecía a través de WhatsApp.
El fiscal Francisco Tolosa explicó que la imputada dejó de cumplir un deber de cuidado que tenía con la menor, y como resultado de ese actual descuidado, que va más allá de una mera negligencia, eso es lo que estimamos en este momento, en este punto de la investigación, la Fiscalía estimó que esa negligencia, o esa falta de cuidado, equivalía en el fondo a un dolo homicida.
La tragedia que conmocionó a la comunidad
En el caso de la víctima, la niña de tres años quedó sola en el departamento, ya que la imputada salió para ir a buscar a su hijo. Fue en ese momento cuando la menor cayó desde un octavo piso, falleciendo en el lugar.
Si bien la Fiscalía había solicitado la prisión preventiva de la mujer, finalmente se decretó su arresto domiciliario total, con firma semanal y arraigo nacional.
Conclusión: Una tragedia evitable que exige mayor regulación
Este lamentable suceso pone de manifiesto la urgente necesidad de regular y fiscalizar de manera más estricta el funcionamiento de las guarderías informales, que ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de los niños. Es imperativo que las autoridades tomen medidas contundentes para evitar que tragedias como esta vuelvan a ocurrir.
La seguridad y el cuidado de nuestros niños deben ser una prioridad absoluta, y este caso debe servir como un llamado de atención para que se implementen políticas públicas que garanticen el cumplimiento de los estándares de seguridad y calidad en todas las instituciones dedicadas al cuidado infantil.