Tragedia en la Escuela de Gendarmería: La Muerte de Ignacia Albornoz y el Llamado a la Responsabilidad

La muerte de Ignacia Albornoz, una joven aspirante a gendarme, ha conmocionado a la nación y ha puesto en el centro del debate la importancia de priorizar la salud y el bienestar de los cadetes en las instituciones armadas. Esta trágica historia nos lleva a reflexionar sobre los desafíos que enfrentan los aspirantes a formar parte de estas fuerzas y la necesidad de implementar políticas más efectivas para protegerlos.

La Denuncia de la Familia de Ignacia

Según el relato de Yéssica Inzunza, madre de Ignacia, su hija fue diagnosticada con influenza A+ y recibió una licencia médica de tres días. Sin embargo, a pesar de su condición, se le habría obligado a volver a la instrucción en la Escuela de Formación Penitenciaria de Gendarmería, donde tuvo que trotar en medio de bajas temperaturas y bañarse con agua fría. Producto de esta situación, Ignacia fue internada en el Hospital de Carabineros y posteriormente trasladada al Hospital Las Higueras de Talcahuano, donde finalmente falleció.

"Si empezó con un caso de influenza debieron haber dado una cuarentena, más que tres días y después decirle que volvieran a sus habituales rutinas, que ellos saben el sistema de las rutinas; trote, ducha en la mañana temprano, agua fría, estudios que también implican lugares helados, con muchos contagiados enfermos"

La familia de Ignacia acusa a Gendarmería de no haber tomado las medidas adecuadas para proteger la salud de su hija y de haberla sometido a un entrenamiento físico a pesar de su condición.

La Respuesta de Gendarmería

Por su parte, la coronel María Angélica Aguirre, directora de la Escuela de Formación Penitenciaria, ha respondido a las acusaciones de la familia. Según Aguirre, Ignacia fue revisada en términos generales en su estado, temperatura, oxigenación y presión, y ella estaba en buenas condiciones, por lo que se le permitió regresar a sus actividades diarias. Posteriormente, cuando Ignacia manifestó sentirse un poco afectada, fue nuevamente derivada al Hospital de Carabineros.

Un Llamado a la Responsabilidad

La muerte de Ignacia Albornoz ha generado un profundo impacto en la sociedad y ha puesto en evidencia la necesidad de que las instituciones armadas, como Gendarmería, implementen políticas más efectivas para proteger la salud y el bienestar de sus aspirantes. Es fundamental que se priorice el cuidado de los cadetes, especialmente cuando se encuentran enfermos, y que se les brinde el apoyo y la atención médica necesaria.

Este trágico suceso debe servir como un llamado a la responsabilidad y a la revisión de los protocolos y prácticas en las instituciones militares y de seguridad. Solo así podremos evitar que se repitan casos como el de Ignacia Albornoz y garantizar que los aspirantes a formar parte de estas fuerzas puedan cumplir con su vocación de servicio en un entorno seguro y saludable.

Conclusión

La muerte de Ignacia Albornoz es una tragedia que nos interpela a todos. Debemos exigir que se investiguen a fondo los hechos y que se tomen las medidas necesarias para garantizar la protección de la salud y el bienestar de los aspirantes a gendarmes y de todos los miembros de las instituciones armadas. Solo así podremos honrar la memoria de Ignacia y evitar que se repitan casos tan dolorosos en el futuro.