Lisandra Silva: Enfrentando con Fortaleza los Desafíos del Fin de su Matrimonio y la Custodia de sus Hijos
Cuando Lisandra Silva confirmó la separación con Raúl Peralta, después de varios años de relación y matrimonio, enfrentó el inevitable hate (odio) en las redes sociales. Sin embargo, la modelo respondió con madurez y sabiduría a una usuaria que cuestionó el fin de su relación y la custodia de sus hijos.
Una Respuesta Contundente y Reflexiva
La usuaria, de manera desubicada, se burló del término de la relación de Lisandra y Raúl, y cuestionó la custodia de los hijos de la pareja. Qué lata debe ser luchar por un amor, casarte, tener hijos y para después separarse. Y una como mujer quedarse con los niños. Una lata (yo no tengo ni tendré hijos), indicó la usuaria.
Lejos de responder con enojo, Lisandra Silva ofreció una reflexión profunda y llena de sabiduría. Qué lata tener que ir a comprar ingredientes al supermercado, pasar todo el día cocinando una deliciosa comida, poner la mesa y los platos, la decoración, degustar cada bocado para que luego todo se vaya por el baño y quedar con los platos sucios, aseveró la modelo.
Disfrutar el Presente, sin Preocuparse por el Final
Lisandra Silva continuó su respuesta con una poderosa lección de vida: Moraleja: disfruta cada momento de la vida sin pensar en el final, ¡no existe final! ¡Mañana se comienza de nuevo! Dejando en claro que la vida no se trata de evitar los finales, sino de disfrutar cada momento del camino.
Finalmente, la modelo concluyó con una frase que resume su filosofía de vida: La vida no está afuera, está dentro. Depende solo de ti cómo decides vivirla. En tu mente está el problema o la solución.
Aprendiendo de la Fortaleza de Lisandra Silva
La respuesta de Lisandra Silva demuestra su madurez, resiliencia y sabiduría al enfrentar los desafíos de la vida. Su mensaje nos recuerda que, en lugar de juzgar o criticar, debemos disfrutar cada momento y encontrar la solución dentro de nosotros mismos. Sin duda, una lección valiosa que todos deberíamos aprender.
