Tragedia en Puerto Varas: Una madre y su hijo con autismo, víctimas de un desgarrador parricidio y suicidio
La noticia del parricidio de una madre y su hijo de seis años en Puerto Varas ha conmocionado a la comunidad local y ha puesto de manifiesto la apremiante necesidad de brindar un mayor apoyo a las familias que enfrentan los desafíos del trastorno del espectro autista.
Una madre agobiada por la falta de ayuda
Margarita Marcos Ávila, de 39 años, era una mujer que luchaba por sacar adelante a su hijo Oliver Maldonado Marcos, quien presentaba un trastorno del espectro autista. Además de cuidar de Oliver, Margarita debía combinar esta labor con su trabajo como asesora del hogar, una carga que evidentemente la estaba agobiando emocionalmente.
"Existía un abandono del Estado a esta madre y su hijo, que estaban pasado por un mal momento en lo emocional", aseguró el concejal Marcelo Salazar (UDI).
Según el concejal, el Estado no brindó el apoyo necesario a esta familia, dejándolos solos en un momento tan difícil.
El trágico desenlace
El martes por la mañana, los vecinos de la Población del Sur, en el sector Puerto Chico Alto, escucharon gritos provenientes de la casa donde vivían Margarita y Oliver. Al ingresar a la residencia, encontraron los cuerpos sin vida de la madre y su hijo, víctimas de un parricidio y posterior suicidio.
Visibilizando la realidad del autismo
Este trágico caso ha generado una profunda conmoción en la comunidad de Puerto Varas y ha llevado a organizaciones vinculadas al tema del autismo a realizar velatones para visibilizar la realidad que enfrentan las familias con niños con trastorno del espectro autista.
Según Loreto Kemp, presidenta de la Federación de Autismo del Sur de Chile, es fundamental continuar divulgando las implicancias de la Ley de Autismo y trabajar para que el Estado brinde un mayor apoyo a estas familias.
Un llamado a la acción
La tragedia de Puerto Varas es un recordatorio doloroso de la urgente necesidad de mejorar el apoyo y los recursos disponibles para las familias que enfrentan los desafíos del trastorno del espectro autista. Es imperativo que las autoridades y la sociedad en general se unan para garantizar que ninguna madre y ningún niño vuelvan a quedar abandonados en momentos tan difíciles.
Solo a través de una mayor conciencia, empatía y acción concreta podremos evitar que se repitan tragedias como esta y brindar a las familias afectadas el apoyo que tanto necesitan.