El impacto del cambio de hora en nuestro organismo
Este sábado 6 de abril, Chile realizará un nuevo cambio de hora, atrasando los relojes una hora a las 23:59. Pero, ¿cómo afecta esta decisión a nuestro organismo? Según el Dr. Luis Larrondo, experto en biología celular y molecular, es recomendable mantener el horario de invierno de forma constante debido a nuestra ubicación geográfica.
El Dr. Larrondo afirma que si mantuviéramos el horario de invierno de forma permanente, sería ideal. Sin embargo, el problema surge cuando en septiembre volvemos al horario de verano. Según el experto, debemos privilegiar la mayor cantidad de luz posible al despertar, lo cual es factible en el horario estándar (GMT-4).
Los impactos en nuestro funcionamiento
El próximo cambio de hora puede generar sensación de fatiga, dificultades para levantarse, episodios de ansiedad, irritabilidad y una menor productividad en nuestras labores diarias. Aunque los efectos de abril no son tan drásticos como los de septiembre, si se mantiene la alternancia entre horario de invierno y verano, advierte el Dr. Larrondo.
El experto explica que el cambio de hora en abril nos permite despertar con un poco de luz, lo cual es beneficioso para nuestro cuerpo. Sin embargo, si en septiembre volvemos al horario de verano, nuestro cuerpo deberá despertar en oscuridad, lo cual puede tener consecuencias graves como un mayor riesgo de accidentes y un menor rendimiento laboral y escolar.
Consejos prácticos para sobrellevar el cambio de hora
Si bien el cambio de hora afecta a todos los grupos etáreos, los más jóvenes y aquellos que se acuestan tarde son los más afectados. El Dr. Larrondo ofrece algunos consejos prácticos para sobrellevar el cambio de hora, como levantarse con la mayor cantidad de luz natural posible y evitar las pantallas electrónicas por las noches.
Levantarse con luz natural, dejar las cortinas abiertas y prescindir del despertador puede ayudarnos a comenzar el día con mejor humor y energía. Además, evitar las pantallas electrónicas antes de dormir nos ayuda a inducir el sueño y despertar a la hora adecuada.
En conclusión, mantener el horario de invierno todo el año es recomendable para nuestro organismo. El cambio de hora puede tener impactos negativos en nuestro funcionamiento, pero siguiendo algunos consejos prácticos podemos sobrellevarlo de mejor manera.
