El escándalo que sacude a Boeing
La crisis de seguridad en la línea de los Boeing 737 Max ha alcanzado su punto máximo, afectando incluso a la cúpula ejecutiva de la compañía. El director ejecutivo, Dave Calhoun, ha anunciado que dejará su cargo a finales de este año debido a los problemas que han surgido en torno a estos modelos de avión.
La crisis se hizo evidente después de que se descubrieran una serie de inconsistencias en los aviones 737 Max tras un vuelo de Alaska Airlines en enero. Este incidente, en el que se desprendió un panel que cubría una puerta de emergencia, marcó un momento decisivo para Boeing.
Una renuncia necesaria
En un comunicado, Calhoun expresó: «Quiero compartir con ustedes que he decidido que este será mi último año como director ejecutivo de nuestra gran empresa y he notificado a la junta directiva esa decisión». Reconoció la importancia de responder a esta crisis con humildad y total transparencia.
No obstante, la crisis no comenzó recientemente. En octubre de 2018 y marzo de 2019, dos aviones 737 Max-8 se estrellaron en circunstancias similares, cobrando la vida de 346 personas. Estos incidentes revelaron deficiencias en las puertas de emergencia y sujeción de las mismas, lo que ha generado aún más preocupación y críticas hacia la compañía.
El futuro de Boeing
Boeing, el segundo mayor fabricante de aviones a nivel mundial, después de Airbus, se encuentra en una situación crítica. Sin embargo, Calhoun aseguró que la compañía saldrá adelante y se convertirá en una mejor empresa. Reconoció que los ojos del mundo están puestos en ellos y que aprovecharán los aprendizajes acumulados para reconstruir Boeing.
En conclusión, la renuncia del CEO de Boeing debido a la crisis de los 737 Max marca un hito en la historia de la compañía. La transparencia y la humildad serán clave para superar esta situación y recuperar la confianza de los clientes y del público en general.
