Parlamentarios oficialistas exigen la expulsión del embajador israelí en Chile
En medio de un escándalo diplomático, parlamentarios del oficialismo han solicitado la expulsión del embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli. Esta petición surge como consecuencia de las reiteradas críticas del embajador hacia el Gobierno chileno, especialmente después de la exclusión de empresas israelíes de la Fidae, la feria internacional del aire y del espacio.
La senadora Paulina Vodanovic, del Partido Socialista, y el diputado Gonzalo Winter, del Frente Amplio, expresaron su descontento con la actitud del embajador israelí durante su participación en el programa Estado Nacional. Vodanovic afirmó que la actitud de Artzyeli es compleja y que parece estar buscando ser expulsado del país. Winter, por su parte, apoyó la idea de expulsarlo, argumentando que se trata de un tema complejo que involucra las relaciones con el pueblo de Israel.
Opiniones divididas en el oficialismo
Aunque las críticas hacia el embajador israelí son compartidas en el oficialismo, la idea de su expulsión no es respaldada de manera unánime. Vlado Mirosevic, diputado del Partido Liberal, se mostró en desacuerdo con la expulsión, a pesar de su crítica a las acciones de Israel en Gaza. Mirosevic considera que la condena pública de las acciones de Israel y la defensa del derecho internacional son suficientes.
Por su parte, el diputado socialista Jaime Naranjo señaló que el embajador ha tenido una conducta inapropiada desde su llegada a Chile, emitiendo opiniones sobre la política interna del país, lo cual no le corresponde. Naranjo afirmó que el comportamiento agresivo y grosero del embajador ha generado un clima anti israelita en Chile, aunque aclaró que no corresponde a ellos pedir su expulsión, sino que será el Gobierno quien tome esa decisión.
Un escándalo diplomático en desarrollo
El pedido de expulsión del embajador israelí en Chile ha generado un escándalo diplomático en desarrollo. Mientras algunos sectores del oficialismo exigen su salida del país, otros consideran que la condena pública y la defensa del derecho internacional son suficientes para manifestar su desacuerdo con las acciones del Gobierno de Israel. La decisión final recae en el Gobierno chileno, quien deberá evaluar las consecuencias políticas y diplomáticas de esta situación.