La defensa de la soberanía venezolana en la disputa territorial con Guyana
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, ha dejado claro que Venezuela está dispuesta a defender su soberanía en la disputa territorial con Guyana. En un mensaje en X, Padrino escribió: ‘Estamos convencidos y determinados a defender nuestra soberanía hasta las últimas consecuencias. No abusen del carácter diplomático, pacifista y conciliador de la revolución bolivariana, pues estamos preparados para cualquier escenario. ¡El Esequibo es nuestro!’
Padrino también recordó que el único mecanismo reconocido para la solución práctica de la controversia territorial es el Acuerdo de Ginebra de 1966. Este acuerdo establece una solución negociada y beneficiosa del conflicto.
La posición de Venezuela y Guyana en la disputa territorial
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, acusó a Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar al otorgar garantías concesionales a transnacionales energéticas en el área en cuestión, rica en recursos naturales. Rodríguez afirmó que Venezuela no reconoce ni reconocerá los límites fraudulentos del laudo despojador y jamás renunciará a la defensa de sus derechos. Hizo referencia al Laudo Arbitral de París de 1899, que dio la soberanía del territorio a la entonces Guyana Británica, hoy la República Cooperativa de Guyana.
Por su parte, Guyana se basa en el laudo arbitral de 1899 y apuesta por resolver el conflicto a través del proceso abierto en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El conflicto y los intentos de diálogo
El conflicto bilateral entre Venezuela y Guyana se intensificó en diciembre, cuando Venezuela celebró un referendo no vinculante con el que aprobó la anexión del Esequibo. Sin embargo, la tensión se redujo luego de que los presidentes de ambos países se reunieran y se comprometieran a no amenazarse mutuamente. En enero, los cancilleres de Venezuela y Guyana se reunieron en Brasilia, donde se comprometieron a continuar el diálogo sobre la controversia e incluso a abordar el acuerdo de 1966, en un ambiente pacífico y sin amenazas.