Perú busca replicar el sistema carcelario de El Salvador
El primer ministro en Perú, Alberto Otárola, confirmó este jueves que el Gobierno aspira a replicar en su país el modelo de prisiones de El Salvador, cuya infraestructura carcelaria calificó de “adecuada, moderna y eficiente”, pese a las denuncias de las organizaciones de derechos humanos.
“La logística carcelaria en este país (…) se ha convertido en una infraestructura adecuada, moderna y eficiente para que acudan, sobre todo, los presos más violentos y los más peligrosos”, explicó Otárola en una rueda de prensa.
En Perú, según los datos que ofreció, hay casi 100.000 presos, la mitad de los cuales no tiene sentencia, según lo dio a conocer nuestro medio asociado RPP Noticias.
El Gobierno peruano ha enviado al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana, a El Salvador para conocer de primera mano el sistema penitenciario salvadoreño y evaluar su viabilidad en Perú.
El sistema carcelario de El Salvador
El sistema carcelario de El Salvador ha sido objeto de controversia debido a las medidas implementadas por el Gobierno para combatir a las pandillas y reducir la violencia en el país.
Una de las prisiones más destacadas es el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), inaugurado en enero de 2022 para albergar a 40.000 pandilleros condenados o detenidos en el contexto del régimen de excepción implementado por el presidente Nayib Bukele.
Aunque el Cecot opera al 30% de su capacidad y no registra muertes en su interior, ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, que denuncian violaciones a los derechos fundamentales de los reclusos.
El Gobierno peruano espera implementar un sistema similar en su país para hacer frente a la sobrepoblación carcelaria y garantizar la seguridad tanto dentro como fuera de las prisiones.
Conclusión
La intención del Gobierno peruano de replicar el sistema carcelario de El Salvador ha generado controversia debido a las denuncias de violaciones a los derechos humanos en el país centroamericano. Sin embargo, el modelo de prisiones salvadoreño ha sido elogiado por su eficiencia y modernidad, lo que ha llevado a Perú a considerarlo como una posible solución a la sobrepoblación carcelaria y a la seguridad en las prisiones.
Es importante que el Gobierno peruano evalúe cuidadosamente las implicaciones de implementar este modelo y tome las medidas necesarias para garantizar el respeto de los derechos humanos de los reclusos. Solo así se podrá lograr un sistema carcelario eficiente y moderno que cumpla con los estándares internacionales de derechos humanos.
