La problemática de los Espacios Costeros Marinos de los Pueblos Originarios
Hace 15 años, se implementó la Ley Lafkenche, una normativa que permitía a los pueblos originarios solicitar al Estado el reconocimiento y la administración de espacios costeros. El objetivo era resguardar su cultura y tradiciones a través de la acreditación de usos ancestrales y ceremoniales. Sin embargo, en este tiempo, se han presentado diversas dificultades y conflictos que han afectado tanto a los solicitantes como a las actividades que se desarrollan en el borde costero.
Uno de los principales problemas ha sido la falta de información pública sobre las solicitudes y la masiva presentación de estas a nivel nacional. Además, el excesivo tamaño de los espacios y la poca coordinación entre los servicios públicos involucrados han generado complicaciones en los procesos de acreditación. Esto ha llevado a que las peticiones suspendan por varios años cualquier trámite para desarrollar o renovar proyectos en el borde costero, como puertos, áreas de manejo, caletas y concesiones marítimas.
Un caso emblemático de esta problemática se encuentra en los Espacios Costeros Marinos de los Pueblos Originarios (ECMPO) en Cisnes e Islas Huichas, en la Región de Aysén. Estos procesos, que llevan casi 8 años en trámite, se votarán el próximo 29 de febrero. CONADI ya ha acreditado a cerca de 30 personas en 621 mil hectáreas, convirtiéndose en una de las peticiones más extensas a nivel país y abarcando la mayoría del borde costero de la región.
La falta de voluntad de informar y la desproporción en los procesos
A pesar de la relevancia social y económica de estos procesos, no se ha visto una voluntad real por parte de la institucionalidad responsable ni de las autoridades de la Región de Aysén para informar y hacer partícipes a los diversos actores que ocupan el borde costero. Tampoco se ha considerado la desproporción que existe, donde un grupo reducido de personas podría poner en jaque el desarrollo futuro de toda una región.
Esto genera preocupación por los precedentes futuros y el impacto que una medida de este tipo podría tener en la macro zona sur, donde lo que ocurre en una región afecta a las regiones vecinas debido al encadenamiento productivo. Ante esta situación, senadores de todos los sectores políticos han presentado un proyecto de ley para revisar la Ley Lafkenche, y el tema también se ha debatido en la Comisión Presidencial por la Paz y el Entendimiento.
No se pueden tomar decisiones a la ligera
Ante la votación de estas dos solicitudes controvertidas, es fundamental que las autoridades nacionales y regionales tomen en cuenta los vicios detectados y analicen las solicitudes en su mérito. También deben considerar los impactos que estas decisiones tendrán en el desarrollo de los territorios y el bienestar de sus habitantes. Es necesario equilibrar la convivencia de los espacios costeros con otras comunidades de pueblos originarios, pescadores artesanales, el turismo, la acuicultura y las comunidades que viven y trabajan en el borde costero.
Desde nuestra vereda, estamos siempre dispuestos a conversar y generar acuerdos que apunten a un trabajo armónico, tomando en cuenta la opinión de los diversos actores que forman parte de esta mesa. Es fundamental que las decisiones se tomen de manera informada y responsable, considerando el impacto a largo plazo en la región y en sus habitantes.