Un clásico del fútbol argentino suspendido por un acto de violencia
En la eliminatoria de 32avos de la Copa Argentina, Tigre y Chacarita Juniors animaban su esperado encuentro, considerado un clásico entre ambos equipos. Sin embargo, lo que prometía ser un emocionante partido se vio empañado por un incidente de violencia inaceptable.
A los 51 minutos, cuando Tigre se había adelantado en el marcador gracias a un gol de Brahian Alemán, un hincha del equipo en ventaja lanzó una botella llena de agua que impactó en el rostro de Pablo Brandán, jugador de Chacarita. Brandán cayó al suelo y, según informes, no pudo continuar en el partido debido a las lesiones en su globo ocular.
La situación empeoró cuando el público presente, compuesto únicamente por hinchas de Tigre, comenzó a lanzar objetos al terreno de juego del estadio neutral de Arsenal de Sarandí. Según testigos, se lanzaron tres botellas, siendo la segunda, la más grande y llena de agua, la que impactó en el rostro de Brandán.
La suspensión del partido
Ante esta alarmante situación, el árbitro Ariel Penel decidió suspender el encuentro de inmediato. El clásico entre Chacarita y Tigre quedó marcado por la violencia y la falta de respeto hacia los jugadores y el espíritu deportivo.
Este incidente ha generado un gran revuelo en el fútbol argentino, poniendo en evidencia la necesidad de tomar medidas más estrictas para prevenir y castigar actos de violencia en los estadios.
