Grandes sindicatos agrícolas llaman al fin de los bloqueos en Francia aunque con una advertencia
El presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), Arnaud Rousseau, junto a su homólogo de la organización hermana Jóvenes Agricultores, Arnaud Gaillot, anunciaron en conferencia de prensa importantes avances para el sector agrícola en Francia. A pesar de ello, advirtieron que el movimiento no se detiene, sino que se transforma.
Estos avances se produjeron luego de que el primer ministro francés, Gabriel Attal, y los titulares de las carteras de Economía, Agricultura y Transición Ecológica anunciaran una nueva batería de medidas para responder a los reclamos del sector. Entre ellos, se destaca la prohibición de importar alimentos tratados con pesticidas u otros productos fitosanitarios que no se pueden utilizar en Europa.
Medidas para proteger el sector agrícola
Además de la prohibición de importaciones, el primer ministro prometió nuevos paquetes de ayudas financieras, simplificación de normas, medidas para favorecer la renovación generacional y controles antifraude para los productos que se anuncian como de origen francés, pero en realidad tienen otra procedencia.
Los sindicatos agrícolas y el Gobierno francés también se mostraron en sintonía en el rechazo al tratado de libre comercio que la Unión Europea discute con Mercosur. Exigen cláusulas de reciprocidad en los acuerdos con otros bloques económicos para evitar la competencia desleal.
Escepticismo y movilización
A pesar de los avances, los agricultores se mostraron escépticos y decidieron mantener los bloqueos hasta que las medidas estén firmadas. Los sindicatos franceses establecieron junio como plazo límite para ver materializadas las mejoras prometidas por el Gobierno. De lo contrario, amenazan con volver a movilizarse a gran escala.
En conclusión, los sindicatos agrícolas en Francia lograron importantes avances para proteger el sector y combatir la competencia desleal. Aunque persiste el escepticismo, los agricultores se mantienen firmes en su lucha por mejores condiciones. El futuro de la agricultura en Francia está en juego y los sindicatos no dudarán en movilizarse nuevamente si es necesario.
