La eliminación de La Roja: ¿Por qué no estamos acostumbrados a jugar a este nivel?
La Selección Chilena Sub 23 sufrió una derrota contundente ante Argentina por 5-0, lo que significó su eliminación del preolímpico de Venezuela. Ante este nuevo fracaso del fútbol chileno, el entrenador Nicolás Córdova se pronunció y compartió su visión sobre las razones detrás de este bajo rendimiento.
Un nivel de intensidad desconocido
En sus declaraciones, Córdova destacó que el equipo chileno no está acostumbrado a jugar partidos de tanta intensidad y con una frecuencia tan alta. Señaló que este es un problema que afecta a todo el fútbol chileno y no solo a la selección Sub 23. El entrenador enfatizó la importancia de mejorar los estándares físicos en el fútbol juvenil para poder competir a este nivel.
Responsabilidad compartida
Córdova también hizo hincapié en que el problema no recae únicamente en el entrenador de turno, sino que es necesario un esfuerzo conjunto para poder volver a competir. Se puso al frente como responsable de la situación, pero destacó que todos los involucrados en el fútbol juvenil deben trabajar juntos para elevar el nivel y poder enfrentar este tipo de desafíos.
El estado del terreno de juego
El entrenador también mencionó el mal estado del terreno de juego como un factor que afectó el desempeño del equipo. Señaló que en un torneo sub 23, donde hay jugadores de alto valor, no debería haber condiciones tan precarias en los campos de juego. Córdova lamentó la situación y mencionó que varios entrenadores se han quejado de este problema. Algunos equipos incluso intentaron jugar, pero las condiciones del terreno no lo permitieron.
Conclusión
A pesar de la eliminación de La Roja en el preolímpico, el equipo aún tiene un partido por disputar. El próximo viernes se enfrentarán a Paraguay en un último encuentro. Las declaraciones de Nicolás Córdova reflejan la necesidad de mejorar los estándares físicos y de trabajo en el fútbol chileno para poder competir a este nivel. Además, resaltan la importancia de contar con condiciones adecuadas en los terrenos de juego. Esperemos que estas reflexiones sirvan como punto de partida para un cambio positivo en el fútbol juvenil chileno.