El preocupante aumento de la objeción de conciencia en casos de violación
La objeción de conciencia en el ámbito médico es un tema que ha generado controversia en los últimos años. Se trata de la facultad que tienen los profesionales de la salud de negarse a realizar ciertos procedimientos o intervenciones que vayan en contra de sus convicciones personales, ya sean filosóficas o religiosas.
Recientemente, la Corporación Humanas publicó su informe anual de monitoreo de la objeción de conciencia en hospitales públicos frente a la ley de aborto en tres causales. Los resultados revelan un preocupante aumento en la objeción de conciencia en casos de violación, especialmente por parte de los obstetras.
Los datos alarmantes
Según los datos entregados por el Ministerio de Salud, para el año 2023, el 46% de los obstetras se declaran objetores de conciencia en casos de violación. Esto significa que casi la mitad de los profesionales médicos encargados de la atención de mujeres embarazadas producto de una violación se niegan a realizar el procedimiento necesario.
Además, el informe revela que esta es la causal con mayor objeción en otros profesionales de la salud, como anestesistas, profesionales no médicos de pabellón y técnicos paramédicos. En algunos hospitales públicos, todos los obstetras se declaran objetores de conciencia en casos de violación.
El impacto en el acceso a la atención médica
Este preocupante aumento de la objeción de conciencia en casos de violación podría tener un impacto negativo en el acceso de las mujeres a la atención médica. En uno de cada cuatro establecimientos habilitados para realizar la interrupción voluntaria del embarazo, más de dos tercios de los obstetras se declaran objetores de conciencia en casos de violación.
Es importante destacar que ninguno de los hospitales cuenta con un protocolo específico para utilizar esta facultad, lo que podría dificultar aún más el acceso de las mujeres a la atención de salud en estos casos.
Una realidad generalizada
La directora de Corporación Humanas, Camila Maturana, advierte que este amplio porcentaje de obstetras objetores de conciencia no es una situación excepcional, sino más bien una realidad generalizada. Esta realidad puede obstaculizar el acceso de niñas y mujeres a la atención de salud, especialmente en casos de violación.
Es fundamental abordar este tema y buscar soluciones que garanticen el acceso de todas las mujeres a la atención médica, sin importar las convicciones personales de los profesionales de la salud.