El increíble poder de Leda Bergonzi
Leda Bergonzi, más conocida como la Sanadora de Rosario, ha logrado cautivar a miles de personas en Chile, reuniendo a más de 16 mil seguidores en dos multitudinarias actividades realizadas en el Templo Votivo de Maipú y en la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes en Quinta Normal.
Esta líder de la agrupación religiosa argentina Soplo del Dios Viviente se ha convertido en un verdadero fenómeno, alcanzando una impactante popularidad tanto en Chile como en su país natal.
Un encuentro lleno de esperanza
Personas con enfermedades crónicas, en silla de ruedas, con muletas y con niños se dieron cita para conocer a Leda Bergonzi, quien supuestamente cumple los deseos de sus seguidores mediante la oración.
La visita de la Sanadora de Rosario generó gran expectativa y se vivieron momentos de caos en Quinta Normal, donde se realizaron cortes de tránsito y se cuestionó la falta de permisos para la realización de las actividades.
Liderazgo carismático
Según Fernando Valenzuela, director de Sociología de la Universidad Andrés Bello, el fenómeno alrededor de Leda Bergonzi puede ser entendido desde dos perspectivas principales.
En primer lugar, se reconoce a Bergonzi como alguien capaz de conectar lo sagrado con nuestras vidas diarias, ofreciendo poder y significado. La gente ve en ella la capacidad de vincular lo ordinario con algo más allá de lo ordinario.
En segundo lugar, se observa que la atribución de habilidades extraordinarias es la base del liderazgo carismático. Las comunidades legitiman el liderazgo de alguien reconociendo estas habilidades, permitiéndoles tomar decisiones que afectan a todos, independientemente de sus creencias individuales.
La Iglesia Católica ha tratado de integrar las actividades de Bergonzi en sus prácticas habituales, acompañándola con un grupo de sacerdotes en sus actividades públicas.
El cáncer y las emociones
En una de sus intervenciones, Leda Bergonzi afirmó que el cáncer es una enfermedad emocional, originada por la falta de perdón. Según ella, es necesario hacer un trabajo de perdón y sanar las emociones para superar esta enfermedad.
Estas afirmaciones han generado controversia, ya que no existe respaldo científico que demuestre una relación directa entre las emociones y la aparición del cáncer. Daniela Rojas, sicooncóloga y bioeticista, señala que este tipo de comentarios ponen una carga psicológica y moral sobre los pacientes, lo cual resulta insultante.
