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Descubre cómo cultivar tus propias esponjas vegetales en casa

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Descubre cómo cultivar tus propias esponjas vegetales en casa

Descubre cómo cultivar tus propias esponjas vegetales en casa

Si alguna vez has utilizado una esponja vegetal en la ducha o para limpiar tu hogar, seguramente te has preguntado cómo se cultivan. La verdad es que puedes cultivar tus propias esponjas vegetales en casa, utilizando dos especies de calabaza: la Luffa aegyptiaca y la Luffa acutangular.

Estas calabazas, pertenecientes a la familia de las cucurbitáceas, son enredaderas anuales con vistosas flores amarillas. Se cultivan para obtener la esponja vegetal, que se utiliza para limpiar el cuerpo, los platos, el suelo y hasta el coche. Las esponjas de lufa son ideales para remover la suciedad sin ser abrasivas.

Trucos para cultivar tus plantas de lufa

Las plantas de lufa necesitan sol pleno y un suelo bien drenado pero húmedo. Se cultivan como una calabaza de invierno o una calabaza de cáscara dura. Sus enredaderas largas y vigorosas requieren mucho espacio o un enrejado resistente para trepar. Además, necesitan una larga temporada para madurar, de 150 a 200 días cálidos.

Para cultivar tus plantas de lufa, siémbralas en macetas muy altas y cúbrellas con 15 cm de tierra. Luego, trasplántalas al exterior cuando el clima sea cálido y estable.

Cómo hacer tu propia esponja vegetal

Una vez que tus calabazas de lufa estén maduras, el primer paso para obtener tu esponja vegetal es pelar la dura piel exterior. Si la piel está agrietada, puedes arrancarla en trozos. Si está intacta, aplástala suavemente hasta que aparezcan grietas y luego tira de los bordes rasgados de la piel con los pulgares.

Después de retirar la piel, sacude las semillas y déjalas secar a temperatura ambiente durante unos días para poder plantarlas el próximo año. Luego, lava la savia de la lufa con un chorro fuerte de agua o en un cubo de agua con un poco de jabón lavavajillas. Si quedan manchas oscuras, puedes aplicar un blanqueador de ropa sin cloro para conseguir un color más uniforme. Por último, seca la esponja vegetal lavada al sol, dándole la vuelta con frecuencia, hasta que esté completamente seca.

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