La batalla legal entre Entel y WOM
En un sorprendente fallo, la Corte de Apelaciones de Santiago ha condenado a Entel, uno de los operadores nacionales más importantes, a pagar una millonaria suma de $2.206 millones a WOM, su competidor directo, por prácticas de competencia desleal. Este caso ha generado un gran revuelo en el mundo de las telecomunicaciones y ha dejado al descubierto una serie de acusaciones y denuncias que han puesto en entredicho la ética empresarial de Entel.
El origen de la demanda
Todo comenzó el 12 de febrero de 2018, cuando WOM presentó una medida prejudicial para elaborar una demanda contra Entel. Un año más tarde, la demanda fue interpuesta ante el 10º Juzgado Civil de Santiago, acusando a Entel de llevar a cabo una campaña publicitaria contraria a las prácticas legales, utilizando información falsa y engañosa para atraer clientes.
WOM argumentó que los ejecutivos de Entel afirmaban que ellos no contaban con antenas propias y que su cobertura siempre sería en 4G, a diferencia de WOM, que variaría entre 3G y 4G. Además, se descubrió que Entel ofrecía a los clientes de WOM líneas prepago con un 50% de descuento por seis meses, mientras que a los clientes de Movistar y Claro solo les ofrecían un descuento del 10%.
El rechazo y la apelación
La demanda fue inicialmente rechazada el 18 de octubre de 2019 por la jueza suplente del 10º Juzgado de Santiago, argumentando que no se había logrado verificar el uso de signos o la difusión de hechos incorrectos o falsos por parte de Entel que pudieran perjudicar la reputación de WOM en el mercado.
Sin embargo, WOM no se dio por vencida y apeló la decisión. Finalmente, el 16 de diciembre del mismo año, la Corte de Apelaciones le dio la razón a WOM, condenando a Entel por prácticas de competencia desleal y enviando los antecedentes a la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
La respuesta de Entel
Ante esta condena, Entel ha anunciado que acudirá a la Corte Suprema para apelar la sentencia. La compañía ha rechazado categóricamente haber incurrido en prácticas que no se ajusten a sus valores y ética empresarial, y buscará dejar sin efecto la decisión de la Corte de Apelaciones.
Este escándalo ha generado un gran debate en el mundo de las telecomunicaciones y ha puesto en tela de juicio la forma en que las empresas compiten en el mercado. Sin duda, este caso marcará un antes y un después en la industria y sentará un precedente importante para futuras disputas entre operadores.
