Las lluvias amenazan la producción de cerezas
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, ha emitido una advertencia a los agricultores sobre el impacto negativo que las lluvias podrían tener en la producción de cerezas. Según Walker, las lluvias representan un gran riesgo para las cerezas tempranas y las zonas de cultivo temprano.
El peligro de la partidura
Una vez que las cerezas alcanzan su punto de madurez y tienen un alto contenido de azúcar, se vuelven extremadamente sensibles a la partidura. Esto significa que las lluvias pueden causar que las cerezas se agrieten y se vuelvan inutilizables para la venta. Es por eso que Walker hace un llamado a los agricultores para que tomen medidas preventivas antes, durante y después de las lluvias.
Medidas de prevención
La recomendación principal de la SNA es aplicar calcio en los cultivos antes, durante y después de las lluvias. El calcio ayuda a fortalecer la estructura de las cerezas y reduce el riesgo de partidura. Además, se recomienda secar los cultivos lo más rápido posible después de la lluvia, utilizando métodos como pulverizadoras, torres de control de heladas o aprovechando el viento. También es importante aplicar fungicidas para prevenir la aparición de pudriciones en las cerezas.
Un frente inesperado
Walker reconoce que este frente de mal tiempo es inesperado y puede tener un impacto grave en la producción de cerezas. Sin embargo, anima a los agricultores a tomar medidas para minimizar los daños y mantener la esperanza de una buena cosecha. La SNA está comprometida en brindar apoyo y asesoramiento a los agricultores afectados por estas condiciones climáticas adversas.
En resumen, las lluvias representan una amenaza para la producción de cerezas, especialmente para las variedades tempranas. Los agricultores deben aplicar calcio, secar los cultivos rápidamente y utilizar fungicidas para proteger sus cosechas. Con estas medidas de prevención, es posible minimizar los daños y mantener la calidad de las cerezas.
