Introducción
El gobierno ha presentado recientemente un proyecto de ley de Presupuesto para el año 2024, y en el ámbito educativo, las propuestas son decepcionantes. A pesar de los desafíos que la pandemia ha impuesto en la educación, no se observa un cambio significativo en la actitud del Ejecutivo hacia la reactivación educativa. En este artículo, analizaremos las propuestas actuales y por qué no son suficientes para enfrentar los problemas que enfrenta el sistema educativo.
Cuerpo
El gobierno ha implementado planes de reactivación educativa en los últimos años, como el programa Seamos Comunidad. Sin embargo, estos programas han sido de bajo alcance, con un presupuesto mínimo y poca justificación científica. A pesar de más de un año de implementación, los resultados son evidentes: la asistencia escolar sigue empeorando, solo una minoría de los alumnos desvinculados han regresado al sistema, la convivencia escolar está en un estado crítico y los aprendizajes han retrocedido de manera alarmante.
La distribución del gasto educativo revela las verdaderas intenciones del Ministerio de Educación. Por un lado, se observa una disminución en los recursos asignados a la enseñanza inicial, lo cual es preocupante considerando que la tasa de cobertura neta en educación parvularia ha disminuido en los últimos años. Por otro lado, se destina una gran parte del presupuesto a la educación superior, lo cual no refleja las necesidades actuales del país en términos de reactivación de los aprendizajes, la asistencia y la convivencia escolar.
Ante esta situación, es necesario reformular y expandir el plan de reactivación educativa. Esto implica reemplazar programas inefectivos por medidas eficaces y costo-eficientes. Además, es fundamental inyectar recursos y otorgar autonomía a los establecimientos escolares para que puedan gestionar de manera más efectiva los problemas que enfrentan. Ambos enfoques requieren que las autoridades educativas reconozcan la importancia y la urgencia de la situación actual.
Conclusión
En resumen, el proyecto de ley de Presupuesto para el año 2024 en el ámbito educativo es decepcionante y no aborda de manera adecuada los desafíos post-pandemia. Es necesario que el gobierno reconsidere sus propuestas y priorice la reactivación de los aprendizajes, la asistencia y la convivencia escolar. No podemos permitirnos esperar 10 años para tomar medidas efectivas. El futuro de nuestros estudiantes depende de ello.