Introducción
El Gobierno ha presentado un veto al proyecto de Ley de Usurpaciones, lo que ha generado críticas en la oposición. La ministra del Interior, Carolina Tohá, ha salido a aclarar las dudas y a explicar las implicaciones de esta decisión.
La diferencia entre usurpaciones violentas y no violentas
Carolina Tohá hace una distinción entre las usurpaciones violentas y las no violentas. Según la ministra, una usurpación no violenta se refiere a aquella en la que no se amenaza ni se hiere a nadie, ni se rompe nada ni se generan daños físicos o humanos. En estos casos, se considera un delito y se puede detener a los responsables, desalojarlos del predio y aplicarles una pena de cárcel o multa según lo determine el juez.
Implicaciones del veto al proyecto de Ley de Usurpaciones
Carolina Tohá explica que con el veto se busca elevar la posibilidad de sancionar, perseguir e inhibir las usurpaciones de manera más efectiva. Actualmente, una usurpación es considerada una falta y no un delito. Sin embargo, con la nueva ley, todas las formas de usurpación pasarán a ser consideradas delitos. Esto permitirá a las policías actuar en cualquier momento sin necesidad de autorización judicial, ya que la usurpación se convertirá en un delito permanente.
Además, la ministra destaca que la nueva ley contempla penas graduadas para los distintos tipos de usurpación, desde las más violentas hasta las menos violentas. También se establece la posibilidad de cárcel y prisión preventiva en todos los casos.
Conclusión
Carolina Tohá deja claro que el objetivo del Gobierno es proteger a las personas que sufren usurpaciones y entregar una ley moderna y eficaz para perseguir este tipo de delito. Aunque reconoce que existen diferencias entre las usurpaciones violentas y no violentas, enfatiza que las usurpaciones no violentas son casos excepcionales en los que no se ha generado ningún daño físico o humano.