¿Qué hora es en Chile tras la llegada del horario de verano?
Al despertar este domingo, muchos se preguntaron qué hora es en Chile, luego de que a la medianoche de este domingo todos en el país, a excepción de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, debieran adelantar los relojes para darle la bienvenida al horario de verano. Con esto, se busca reducir el consumo de energía eléctrica en los hogares y mejorar la eficiencia en el aprovechamiento de las horas de sol. Con el cambio de hora, Chile continental comenzó a tener el huso horario UTC -3 (Universal Time Coordinated).
¿Hasta cuándo se extiende el horario de verano en Chile?
Según establece el Decreto 224 promulgado el 14 de julio de 2022, el horario de verano se mantendrá hasta el primer sábado de abril de 2024. Es decir, el domingo 7 de abril del próximo año, tendremos que retroceder el reloj en una hora, iniciando nuevamente el horario de invierno.
Recomendaciones para adaptarse al cambio de hora
- Adelantar gradualmente la hora de sueño: varios días antes de la modificación horaria, intentar acostarse y levantarse 15 minutos antes cada día. Esto ayudará a que el cuerpo se vaya ajustando de manera paulatina.
- Exposición a luz brillante: es un fuerte estímulo para ajustar el reloj interno del cuerpo. Es aconsejable realizarlo al despertar, especialmente en la semana previa al cambio de hora, para que el cuerpo se adapte más rápido.
- Mantener una rutina: intentar acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayudará a establecer un ritmo constante y facilitará la adaptación.
- Evitar la cafeína y el alcohol: estas sustancias pueden interferir con la calidad del buen dormir y dificultar la adaptación a la nueva temporada. Tratar de limitar su consumo, especialmente en las horas previas al descanso.
- Practicar buenos hábitos de sueño: se debe mantener un ambiente propicio en la habitación. Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse, ya que la luz azul puede afectarnos al momento de dormir. Durante los días de adaptación, se sugiere tomar siestas solo si es necesario. Sin embargo, estas tienen que ser cortas, de 15 a 20 minutos, porque pueden generar somnolencia diurna.