La crisis en Ecuador: violencia desbordada y muertes sin control
Ecuador vive una de las mayores crisis de violencia de su historia. El homicidio a plena luz del día de un alcalde en funciones, además de los asesinatos y motines dentro de las cárceles, han elevado el clima de inseguridad en toda la población. Según reveló la BBC, es tal el derramamiento de sangre, que la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes subió más de 300% en los últimos siete años. Esto, desde que el país se convirtió en un punto clave de la ruta de la cocaína desde Sudamérica al resto del mundo. “El crimen organizado ha atacado al Estado de derecho, y en sus actos, valiosas vidas se han perdido”, señaló el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, en medio de un acto de entrega de 18 millones de municiones a la Policía.
“Este Gobierno no negocia y no va a negociar con delincuentes. Aquí lo que estamos haciendo es aplicar con mano firme la presencia del Estado en las calles y también en los centros penitenciarios”, recalcó el Mandatario.
Asesinato de autoridades
El alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intrago, de 38 años, fue asesinado el domingo 23 de julio, tras recibir decenas de disparos, en medio de un ataque armado cuando asistía a un evento deportivo. Según indicaron medios locales, un ciudadano venezolano fue detenido esta semana tras ser acusado de ser uno de los sicarios que mataron a la autoridad. El sujeto habría manejado la camioneta desde donde dispararon las balas, que además mataron a la futbolista, Ariana Chancay, de 28 años y dejaron a otras cuatro personas heridas.
Homicidios en las cárceles
Otro de los hechos violentos que se han vivido en Ecuador durante los últimos días, fue la masacre ocurrida en la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada de país. La Fiscalía General del Estado reportó hasta el martes, 31 muertos y 14 heridos debido a las guerras entre pandillas. De forma paralela, en otras seis prisiones, los reclusos se han mantenido en huelga de hambre, reteniendo a más de 137 guardias. Debido a ello, el gobierno de Ecuador declaró estado de excepción en todas las cárceles del país. “Las fuerzas del orden tomarán el control de los centros de privación de la libertad”, dijo Juan Zapata, ministro del Interior. En medio de ese clima de violencia, la provincia de Esmeraldas y el sur de Guayaquil también fueron blanco de atentados con explosivos.