La educación ciudadana en tiempos de crisis
Recientemente se han dado a conocer los resultados del SIMCE (sistema nacional de evaluación de resultados de aprendizaje) del año 2022. Hay una baja en matemáticas y lectura comparado con el año 2018; no se aplicó el año 2020 por la pandemia de COVID-19. Sin prueba de por medio, pero con observaciones al regreso a clases presenciales, se diagnostica también un deterioro en la convivencia y en la salud mental tanto de estudiantes como de profesores.
La educación ciudadana trasciende del sistema educacional. La escuela puede y debe sistematizar y poner en práctica los valores y conductas ciudadanas, pero no tiene cómo hacer de contrapeso al mal ejemplo de líderes de opinión y autoridades que no logran dimensionar el impacto que generan en niñas, niños y jóvenes.
La importancia de la formación ciudadana
La formación ciudadana es fundamental para mejorar la convivencia y prevenir la violencia en la sociedad. Vivir de acuerdo con valores y conductas ciudadanas contribuye de manera significativa en la calidad de la convivencia. A pesar de que se ha hablado mucho sobre SIMCE y convivencia, poco o nada se ha dicho sobre formación ciudadana.
Es importante contrastar buenas prácticas ciudadanas con la realidad para ir formando en ciudadanía e ir desarrollando pensamiento crítico. Es una metodología eficiente y entretenida que mantiene el interés del estudiantado y les permite, además, aplicarla en la vida diaria que está plagada de noticias falsas, agresiones y violencias.
La educación ciudadana en acción
Es muy esperanzador el interés demostrado por jóvenes estudiantes de las regiones Metropolitana de Santiago y del Maule en formación ciudadana y prevención de violencias. Gracias al apoyo de las respectivas gobernaciones y consejos regionales y la ejecución de Fundación Semilla, este mes culminan su formación como líderes y lideresas por la no violencia, 460 y 320 estudiantes en cada una de estas regiones respectivamente.
La escuela y el sistema educacional tienen como objetivo formar a niñas, niños y jóvenes de manera integral y esto significa dar igual importancia al aprendizaje de lectura, matemáticas y otras materias tanto como a convivencia y ciudadanía, entendiendo que no son dos ámbitos contrapuestos, sino complementarios, posibles de imbricar y potenciar entre sí.
Conclusión
La educación ciudadana es fundamental para mejorar la convivencia y prevenir la violencia en la sociedad. En tiempos de crisis, es más importante que nunca fomentar valores y conductas ciudadanas para construir una sociedad más justa y equitativa. La formación ciudadana debe ser una prioridad en el sistema educacional y en la sociedad en general.