Crimen de Érica Hagan: Madre Exige Justicia Tras Décadas de Espera

Han pasado casi 10 años desde que la joven psicóloga estadounidense Érica Hagan fuera brutalmente asesinada en las instalaciones del Colegio Bautista de Temuco, y aún no se ha encontrado al o los responsables de este crimen. Ahora, su madre, Regina O’Neal, sigue luchando incansablemente por esclarecer los hechos y obtener justicia para su hija.

Tras múltiples audiencias reprogramadas y la aparente negligencia de la Fiscalía en el manejo de la investigación, O’Neal ha solicitado que la causa sea reasignada a otra Fiscalía y que las diligencias investigativas queden a cargo de Carabineros. Según la abogada querellante, Catalina Castillo Parra, la madre de la víctima no confía en el trabajo desarrollado por la Fiscalía en La Araucanía y algunos oficiales de la PDI, a quienes acusa de haber sido negligentes en el proceso.

Una Década de Espera y Frustración

El cuerpo de Érica Hagan fue encontrado el 6 de septiembre de 2014 en un departamento del Colegio Bautista de Temuco, con numerosas evidencias de violencia. Desde entonces, la familia ha tenido que enfrentar una interminable sucesión de audiencias reprogramadas y la aparente falta de avances en la investigación.

Ahora, con la cuarta reprogramación de la audiencia en la que se discutiría la reapertura de la investigación, la madre de Érica sigue exigiendo respuestas y justicia. Según el fiscal Miguel Ángel Rojas, se espera recibir en los próximos días la respuesta de la Fiscalía Nacional a la petición de O’Neal.

Llamado a la Acción

La determinación y perseverancia de Regina O’Neal es admirable, y su lucha por esclarecer el crimen de su hija es un ejemplo de la fortaleza y el coraje que se necesitan para enfrentar una tragedia de esta magnitud. Ahora, con la esperanza de que Carabineros pueda tomar las riendas de la investigación, O’Neal y su abogada buscan romper el ciclo de inacción y negligencia que ha caracterizado el proceso hasta ahora.

Este caso es un llamado a la acción para las autoridades competentes, quienes deben garantizar que se haga justicia y que los responsables de este crimen sean llevados ante la ley. La búsqueda de la verdad y la obtención de respuestas para la familia de Érica Hagan es una deuda pendiente que debe ser saldada, sin más demoras ni excusas.

Conclusión

El caso de Érica Hagan es un recordatorio doloroso de que aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la seguridad y la justicia en nuestra sociedad. La determinación de su madre, Regina O’Neal, es un ejemplo de la fuerza y la resiliencia que se necesitan para enfrentar una tragedia de esta magnitud. Ahora, con la esperanza de que Carabineros pueda tomar las riendas de la investigación, O’Neal y su abogada buscan romper el ciclo de inacción y negligencia que ha caracterizado el proceso hasta ahora. Este caso es un llamado a la acción para las autoridades competentes, quienes deben garantizar que se haga justicia y que los responsables de este crimen sean llevados ante la ley.