Padre de Carabinero Asesinado: Un Grito de Dolor y Desesperación

La tragedia que ha sacudido a la familia del cabo 1° Misael Vidal Cid, asesinado en una emboscada en la comuna de Cañete, región del Biobío, ha dejado una profunda huella de dolor y frustración. En medio de este lamentable suceso, la voz de su padre, Fidel Vidal, se alza como un grito de desesperación que resuena en todo el país.

En una entrevista desgarradora, Fidel Vidal relata los últimos momentos con su hijo, quien anoche pasó a buscar una máquina y después cuando se fue me dijo chao, chao, papá. Se fue a despedir de mí. Pero la despedida se convirtió en una tragedia, pues Misael Vidal Cid no regresaría a casa.

La Falta de Protección y la Inacción Gubernamental

Fidel Vidal denuncia que, a pesar de los riesgos que enfrentaban los uniformados en la zona, «no estaban con los resguardos respectivos, decían que las armas ni siquiera tenían municiones». Esto evidencia una preocupante falta de preparación y seguridad para los Carabineros que arriesgan sus vidas en el cumplimiento del deber.

Ante esta situación, el padre del cabo asesinado cuestiona duramente la inacción del Gobierno, expresando: Qué le voy a pedir al Presidente, si tantos han muerto y no han hecho nada… Ni aunque tomaran preso a los terroristas que mataron a los carabineros, la muerte no se recupera. Su frustración y dolor se reflejan en estas palabras, que claman por una respuesta contundente y efectiva ante la violencia que ha cobrado tantas vidas.

Un Llamado a la Acción y la Justicia

Fidel Vidal no solo expresa su dolor, sino que también exige que el Gobierno tome medidas concretas para proteger a los Carabineros y hacer frente a la violencia que azota a la región. «Esto que ocurrió ahora no tiene nombre, entonces si el Gobierno no hace algo ahora…», sentencia, dejando en el aire una pregunta que resuena en todo el país.

La historia de Misael Vidal Cid y el desgarrador relato de su padre se convierten en un llamado a la acción y la justicia. Es un grito que exige que se tomen las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los Carabineros y poner fin a la espiral de violencia que ha devastado a tantas familias.

Conclusión

El dolor y la indignación expresados por Fidel Vidal son un reflejo del sentir de muchos chilenos que claman por una respuesta contundente y efectiva del Gobierno ante la crisis de seguridad que enfrenta el país. La muerte de su hijo, un Carabinero entregado a su vocación, es una tragedia que no puede quedar en el olvido. Es hora de que las autoridades escuchen este grito de dolor y tomen las medidas necesarias para proteger a quienes arriesgan sus vidas por el bien de la comunidad.

Que la historia de Misael Vidal Cid y el desgarrador relato de su padre sean un llamado a la acción y la justicia, para que ninguna otra familia tenga que pasar por este sufrimiento.