Arzobispado descarta que fallecida e imputada en Ñuñoa sean religiosas o integrantes de congregación
El arzobispado de Santiago ha emitido un comunicado para aclarar la identidad de la persona fallecida y la única imputada en un macabro hallazgo en Ñuñoa, desmintiendo cualquier relación con la Iglesia Católica.
En un principio, se especuló que los restos humanos encontrados en la vía pública pertenecían a una monja, pero posteriormente se afirmó que se trataba de una persona laica pero integrante de una comunidad religiosa. Sin embargo, el arzobispado ha confirmado que ninguna de las dos afirmaciones es cierta.
Según el comunicado, la mujer adulta mayor encontrada en Ñuñoa no es religiosa ni pertenece a un instituto de vida consagrada a la Iglesia Católica. Su hija, en cambio, sí es religiosa y había venido desde Italia para cuidarla.
En cuanto a la mujer fallecida, el arzobispado no tiene registro de que sea religiosa o consagrada de la Arquidiócesis.
Un oscuro pacto y un macabro hallazgo
El caso ha tomado un giro aún más escalofriante con la revelación de la imputada, Lorenza Patricia Ramírez Barrera. Según la Fiscalía, Ramírez Barrera confesó que mantuvo el cuerpo de su amiga, Erica Alejandra Fernández Mora, por un pacto que habían hecho juntas.
Durante un año, el cuerpo de Erica estuvo oculto en una maleta, como parte de un pacto para aislarse del mundo. Sin embargo, en un momento de lucidez, Ramírez Barrera decidió darle una sepultura digna a su amiga.
Un llamado a la inhumación y a la reflexión
El arzobispado ha exhortado a la inhumación de los restos mortales, respetando la legislación y normativa de cada Estado. Además, han pedido por el eterno descanso de la persona fallecida y que su muerte nos haga reflexionar como sociedad, creciendo juntos en amor y humanidad.
Conclusión
El arzobispado de Santiago ha aclarado la identidad de la persona fallecida y la imputada en un macabro hallazgo en Ñuñoa, desmintiendo cualquier relación con la Iglesia Católica. El caso ha tomado un giro aún más escalofriante con la revelación de un oscuro pacto entre las dos mujeres. El arzobispado hace un llamado a la inhumación de los restos mortales y a la reflexión como sociedad.