Un trágico final para un valiente testigo
John Barnett, un antiguo empleado de Boeing, ha sido encontrado muerto después de testificar en un juicio por denuncia de irregularidades contra la compañía. Barnett, quien trabajó para Boeing durante 32 años, había alertado sobre problemas en los estándares de producción en la fábrica del 787 Dreamliner de North Charleston, Carolina del Sur.
Denuncias de irregularidades y problemas de seguridad
En 2019, Barnett reveló a la BBC que los trabajadores bajo presión habían estado montando deliberadamente piezas de calidad inferior en los aviones. También descubrió graves problemas con los sistemas de oxígeno, lo que podría poner en peligro la vida de los pasajeros en caso de emergencia. A pesar de sus denuncias, la empresa negó cualquier irregularidad.
Además, Barnett señaló que los trabajadores no seguían los procedimientos adecuados para el seguimiento de los componentes, lo que permitía la desaparición de piezas defectuosas. Incluso se retiraron piezas de calidad inferior de los contenedores de chatarra y se instalaron en aviones en construcción para evitar retrasos en la producción.
Un final trágico y sospechoso
Pocos días después de testificar en el juicio, Barnett fue encontrado muerto con una herida autoinfligida. La noticia ha conmocionado a la industria aeronáutica y ha generado sospechas sobre las circunstancias de su muerte. Boeing ha expresado su tristeza por el fallecimiento de Barnett, pero no ha realizado comentarios adicionales.
Un legado de valentía y lucha por la seguridad
A pesar de su trágico final, John Barnett será recordado como un valiente testigo que se atrevió a denunciar irregularidades y poner en peligro su carrera por la seguridad de los pasajeros. Su testimonio ha puesto en evidencia los problemas en la fábrica de Boeing y ha generado un debate sobre la responsabilidad de las grandes compañías en la seguridad de sus productos.
Referencias:
– BBC: [Título del artículo original]
– [Otra referencia]
