El ministro Grau y su polémica reunión con Pablo Zalaquett
El ministro de Economía, Nicolás Grau, se encuentra en el centro de la controversia luego de su reunión privada con el expolítico y actual lobbista Pablo Zalaquett. A pesar de que esta reunión se llevó a cabo en la vivienda particular de Zalaquett, Grau ha descartado que haya transgredido la Ley del Lobby.
En una entrevista con el programa ‘Mesa Central’ de Canal 13, el secretario de Estado explicó que fue invitado por Zalaquett y que la reunión fue una conversación general con un grupo de personas relacionadas con la salmonicultura. El objetivo era que cada uno pudiera expresar sus perspectivas sobre el desarrollo de esta industria, y Grau asistió para transmitir las perspectivas del Gobierno.
La presencia de un representante de la pesca
Ante la pregunta sobre la presencia de un representante de la pesca en la reunión, Grau admitió que si hubiera sabido que además de personas relacionadas con la salmonicultura también habría alguien relacionado con la pesca, habría tomado una decisión diferente. El ministro quería dejar en claro que la conversación se centraría únicamente en la salmonicultura, por lo que habría optado por no asistir o habría pedido que esa persona no estuviera presente.
Explicando la Ley del Lobby, Grau señaló que no es necesario registrar una reunión dependiendo de con quién se lleva a cabo o en qué lugar, sino que depende del contenido de la conversación. Según la ley, no todo diálogo constituye lobby, ya que solo se debe registrar una reunión cuando se trata de influir en una ley o en un asunto específico. En el caso de su reunión con Zalaquett, Grau afirmó que se trató de una conversación general sobre la visión del Gobierno respecto al desarrollo de la industria, por lo que no era necesario registrarla según la Ley del Lobby.
Conclusión
El ministro Grau ha defendido su reunión con Pablo Zalaquett, argumentando que se trató de un diálogo general sobre la industria de la salmonicultura y no de lobby. Aunque la polémica persiste, Grau ha dejado claro que no considera necesario registrar esta reunión según la Ley del Lobby. La controversia en torno a este encuentro privado continúa, generando debate sobre los límites entre el diálogo y el lobby en la política y los negocios.
