La importancia de la educación financiera para niños
Según los últimos resultados en materia de educación financiera de la prueba PISA (2018), los estudiantes chilenos alcanzaron un promedio de 451 puntos, por debajo de los 505 del promedio mundial de los países OCDE. Esto demuestra la necesidad de seguir trabajando en la formación financiera de nuestros niños para que puedan desenvolverse adecuadamente en la sociedad.
Cómo educar financieramente a tus hijos desde casa
Crear hábitos y enseñar cómo administrar el dinero a nuestros niños es importante y en casa podemos contribuir a aquello. Una forma de hacerlo es a través de la mesada.
La mesada
Este puede ser un hábito de antaño, pero que sigue plenamente vigente, pues les enseñamos a nuestros hijos a recibir un ingreso periódico, que deben administrar, ya sea para cubrir gastos (y con ello, indirectamente, les proponemos crear un presupuesto), o bien para darse “gustitos”. La cantidad de dinero dependerá de cada hogar. Según el monto que les demos, debemos evaluar si se las damos para gastos (por ejemplo, colaciones, fotocopias -pensando en los más grandes), para sus gustos personales (como juguetes, por ejemplo), o para ambos.
Negociar y motivar
Si bien en algunos casos, dar una mesada puede disparar un poco el presupuesto del hogar, como padres o tutores, también podemos verlo estratégicamente. Es un clásico que en salidas a comprar ropa o al supermercado, los niños nos piden que les compremos tal o cual. A veces no podemos o, en otras ocasiones, decimos que no sólo para enseñar que no se puede tener todo. En esos momentos, podemos negociar con ellos y recordarles que ellos tienen un ingreso que pueden usar en esas situaciones. De esta forma, pasamos de los conocidos “no, no, no”, a un “recuerda que tienes tu dinero”. En los casos en que el producto excede su mesada, podemos incluso motivarlos a ahorrar o a involucrarse en pequeños hábitos que puedan agrandar su presupuesto (por ejemplo, juntar latas, darles tareas remuneradas, etc). El momento en que adquieran lo que querían será gratificante y además reconocerán el esfuerzo que hay detrás.
Ahorrar
De lo anterior, se desprende este hábito. En el caso mencionado, ahorrar con un fin, por ejemplo, un juguete, que sabemos que cuesta cierta cantidad y que nuestros pequeños podrán alcanzar en tantas mesadas. Pero también, podemos enseñarles que de la mesada dediquen siempre un porcentaje, aunque sea bajo, a ahorros para el futuro, emergencias, gastos imprevistos, etc, por ejemplo, poniendo esa cantidad en una alcancía, o bien, en una cuenta bancaria de ahorro para niños.
Involucrarlos en los precios
Es bueno hacer el ejercicio de, por ejemplo, comparar a cuántas galletas (o cualquier producto doméstico) equivale su mesada, o a cuántas mesadas equivale un producto. Obviamente, la idea no es agobiarlo, solamente, enseñarles la dimensión de los costos. Con esto, buscaremos educarlos en no derrochar constantemente.
Responsabilidades y tareas de acuerdo a la edad
Si tienes dudas sobre cuáles son los conceptos o hábitos apropiadas para enseñarle a tu hijo de acuerdo a su madurez, puedes bajar la app Aprendiz Financiero, que tiene cursos específicos, en formato de preguntas y respuestas, para orientarte. Contribuir desde temprana edad a la educación financiera de los niños tendrá efectos positivos en el manejo de sus finanzas cuando sean adultos. ¡Prepáralos!