La modernización tecnológica representa hoy el eje de la banca del futuro. Sin embargo, también ha generado desafíos asociados al uso de datos personales y a la ciberseguridad, convirtiendo la confianza del cliente en uno de los activos más valiosos por resguardar. Ante este escenario, las instituciones financieras están reforzando esa lealtad a través de la optimización tecnológica y la seguridad electrónica, pilares que permiten prevenir fraudes, maximizar operaciones y responder con mayor agilidad ante cualquier incidente.
De acuerdo con el informe sobre Tendencias de Seguridad Física 2025 de Genetec, líder mundial en software de seguridad, el 42% de los profesionales de seguridad planea implementar inteligencia artificial en sus operaciones para automatizar la detección, protección y optimizar los protocolos de respuesta. Esto refleja una transición hacia entornos más proactivos y conectados, en los que la prevención y la reacción ante incidentes se apoyan en datos en tiempo real.
Inteligencia Artificial y Análisis de Video para Mejorar la Experiencia del Cliente
Cada vez más instituciones financieras migran de sistemas heredados a plataformas unificadas que integran Inteligencia Artificial (IA) y análisis de video. Datos de la plataforma Gitnux indican que el 61% de las instituciones bancarias ya están usando IA para mejorar la experiencia del cliente y reafirmar la confianza del mismo, a través de herramientas estratégicas que no solo optimizan la operación de las sucursales, sino que permiten detectar comportamientos anómalos, reducir pérdidas por fraude y mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias.
Vigilancia en Tiempo Real y Respuesta Automatizada
La incorporación de IA y análisis de video también ha transformado la vigilancia en tiempo real. Los bancos ahora pueden automatizar la respuesta ante incidentes y aumentar la precisión en la identificación de amenazas dentro y fuera de sus instalaciones, gracias a herramientas que gestionan y comparten evidencia digital de manera segura, acelerando investigaciones y fomentando la colaboración entre equipos internos y autoridades.
«La confianza de los clientes se construye sobre la base de la seguridad. Hoy, la banca está entendiendo que la tecnología no solo protege sus operaciones, sino que también respalda su reputación y su relación con el usuario. En este sentido, nuestras soluciones cumplen con los estándares y exigencias de la nueva Ley de Seguridad Privada en Chile, que promueve la interoperabilidad, la trazabilidad de la información y la gestión responsable de datos», mencionó Jorge Martinez, Regional Sales Manager de Genetec en Chile.
Al integrar videovigilancia, control de acceso, analítica avanzada y ciberseguridad bajo un mismo ecosistema, las instituciones financieras no solo optimizan su operación, sino que también garantizan el cumplimiento normativo y una gestión más segura y eficiente de sus activos.
Beneficios de la Evolución Tecnológica en la Banca
Según reportes de la plataforma de inteligencia de mercado Feedzai, los sistemas basados en Inteligencia Artificial permiten reducir las pérdidas financieras por fraudes entre un 30% y un 50%, gracias a la detección anticipada de actividades sospechosas y la disminución de falsos positivos en las alertas. Este avance no solo incrementa la rentabilidad y eficiencia operativa, sino que también fortalece la seguridad y mejora la experiencia del cliente al ofrecer tiempos de respuesta más ágiles, una operación más confiable y una infraestructura resiliente frente a las crecientes amenazas digitales.
La modernización de la seguridad electrónica en la banca representa así una apuesta por el futuro, en un contexto donde las amenazas evolucionan con rapidez y la confianza sigue siendo el pilar de toda relación financiera. Las instituciones que logren integrar tecnología avanzada con estrategias centradas en el usuario consolidarán su liderazgo, siempre que aborden los desafíos de migrar desde sistemas legados hacia plataformas unificadas, garantizando continuidad operativa, ciberseguridad y capacitación del personal bajo modelos como la nube híbrida, que facilitan una gestión más flexible y segura de la infraestructura.