Nuevos correos electrónicos del fallecido multimillonario Jeffrey Epstein han confirmado la autenticidad de la famosa fotografía en la que el príncipe Andrés aparece agarrando de la cintura a Virginia Giuffre, quien en ese momento era una menor de edad. Esta imagen ha sido el centro de un escándalo que ha sacudido a la familia real británica durante años.
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Según informes de medios británicos, en uno de los mensajes de Epstein, este escribió: «Sí, ella estaba en mi avión, y sí, tiene esa fotografía tomada con Andrés, como tantos de mis empleados tienen». Este testimonio contradice rotundamente las repetidas negativas del príncipe, quien afirmó no recordar haber conocido a Giuffre y que la fotografía era falsa.
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Por su parte, Giuffre, en su autobiografía póstuma, recuerda que ella misma pidió que alguien tomara esa fotografía con una cámara desechable, para tener un recuerdo de sus «prestigiosas amistades». La imagen fue capturada en el departamento de Ghislaine Maxwell, la aristócrata británica que fue cómplice de Epstein.
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Años después, Giuffre acusó públicamente al príncipe Andrés y a Epstein de abusos sexuales, una denuncia que mantuvo hasta su suicidio a los 41 años. El hermano del rey Carlos III negó rotundamente estas acusaciones en una entrevista con BBC Newsnight en 2019, asegurando que «no ocurrió».
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Un Nuevo Golpe a la Familia Real
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Estas nuevas revelaciones suponen un duro golpe para la familia real británica, que ha intentado mantener al príncipe Andrés alejado del foco público, esperando que sus presuntos delitos cayeran en el olvido. Sin embargo, ahora parece que esto ya no será suficiente.
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Según el Daily Mail, los correos de Epstein podrían obligar al príncipe Andrés a prestar testimonio ante un juez en Estados Unidos, como han solicitado legisladores demócratas en ese país. La estrategia de la casa real de ir apartando a Andrés del escrutinio público podría no ser suficiente para contener este escándalo.
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Consecuencias para el Príncipe Andrés
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Vale recordar que el 30 de octubre, el rey Carlos III despojó a su hermano Andrés del título de príncipe, y le pidió abandonar la mansión que ocupaba dentro del patrimonio de la corona. A partir de ahora, Andrés tendrá que firmar como Andrés Mountbatten-Windsor y se mudará a una propiedad cedida por su hermano antes de fin de año.
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Estos nuevos correos de Epstein parecen ser el golpe definitivo que acaba con las negativas del príncipe Andrés y expone la veracidad de las acusaciones en su contra. La familia real británica se enfrenta a un nuevo y escandaloso capítulo que amenaza con empañar aún más su reputación.
