En medio de una crisis de credibilidad que ha sacudido a la BBC, el gobierno británico ha lanzado una férrea defensa de la emisora pública. La secretaria de cultura, Lisa Nandy, ha expuesto un punto de vista favorable hacia la cadena en una sesión del parlamento, evitando referirse directamente a Donald Trump, pero fustigando las posiciones adoptadas por algunos políticos británicos.
La BBC, una institución nacional
Nandy dejó claro que «la BBC no es simplemente una emisora, es una institución nacional que pertenece a todos nosotros». Destacó que es «de lejos la fuente de noticias más ampliamente usada y la que genera más confianza en el Reino Unido en un tiempo donde las líneas se desdibujan entre hechos y opinión, entre noticias y polémicas». Para la ministra, la BBC «es la luz en el faro para las personas de aquí y del resto del mundo».
Independencia y apoyo gubernamental
Nandy reconoció que la emisora «es independiente del Gobierno», pero recalcó que en esta crisis el gabinete de Keir Starmer «ha estado trabajando codo con codo con la BBC». Aunque admitió que había asuntos suficientemente serios que despertaban preocupación, no los citó por su nombre y dedicó la mayor parte de su discurso a defender el papel de la emisora y el trabajo de los dos directivos que dimitieron.
La amenaza de Trump
La crisis más grave de la BBC en los últimos años estalló con la dimisión de su director general, Tim Davie, y la directora de informativos, Deborah Turness, tras hacerse público un informe interno que evidenciaba la edición interesada de un discurso de Donald Trump en un programa emitido el pasado verano. Esto hizo que pareciera que el mandatario estadounidense había llamado explícitamente al asalto del Capitolio en los disturbios de enero de 2021.
Aunque en un primer momento Trump se congratuló de las dimisiones, ayer envió una carta a la BBC en la que amenaza con presentar una demanda por no menos de mil millones de dólares si la emisora no cumple tres condiciones: la retractación inmediata, completa y justa del documental, la emisión de una disculpa pública y una compensación por el daño causado. Hasta el momento, ninguna de estas condiciones se ha cumplido y no parece claro que vayan a hacerlo.
Conclusión
La defensa del gobierno británico a la BBC en medio de esta crisis de credibilidad y la amenaza de Trump demuestra la importancia que tiene esta institución nacional para el Reino Unido. A pesar de los desafíos, la BBC sigue siendo una fuente de noticias confiable y respetada, y el gobierno parece estar decidido a respaldarla y preservar su independencia.