Estados Unidos ha desplegado recientemente el USS Gerald R. Ford, considerado el portaaviones más poderoso de su flota y uno de los más grandes del mundo, hacia aguas del Caribe. Este movimiento se produce en medio de los esfuerzos de la administración de Donald Trump por desmantelar las organizaciones criminales transnacionales y combatir el narcotráfico en Sudamérica, lo que ha generado tensión con países como Colombia y Venezuela.
¿Qué hace tan especial al USS Gerald R. Ford? Este buque de guerra de nueva generación, bautizado en honor al 38° presidente de Estados Unidos, representa la continuidad del poder naval estadounidense en el siglo XXI. Con un costo estimado de $13,000 millones, es el buque militar más caro jamás construido, pero la Marina afirma que su diseño le permitirá ahorrar recursos durante los próximos 50 años gracias a sus sistemas automatizados y menores necesidades de mantenimiento.
Innovaciones Tecnológicas de Vanguardia
Una de las principales innovaciones del USS Gerald R. Ford es su sistema de lanzamiento electromagnético (EMALS), que reemplaza las tradicionales catapultas de vapor. Este sistema permite que los aviones despeguen con mayor rapidez, menor desgaste y un uso más eficiente de la energía. Además, cuenta con un avanzado sistema de frenado (Advanced Arresting Gear) que puede detener tanto drones como aviones de combate supersónicos.
En cuanto a sus capacidades de detección y defensa, el portaaviones está equipado con un radar de doble banda capaz de seguir cientos de objetivos simultáneamente, tanto en el aire como en el mar, a varios centenares de kilómetros de distancia. Además, cuenta con misiles antiaéreos, cañones automáticos y sistemas de protección cercana frente a amenazas como drones o misiles.
Una Fuerza Naval Imponente
El USS Gerald R. Ford puede embarcar hasta 75 aeronaves, incluyendo cazas F/A-18 Super Hornet, aviones de guerra electrónica EA-18G Growler, aeronaves de alerta temprana E-2D Hawkeye y helicópteros MH-60. En el futuro, también podrá albergar cazas F-35C y drones de combate. Su flota aérea embarcada puede realizar ataques a más de 1,000 kilómetros, además de misiones de vigilancia, reconocimiento y rescate.
Pero el portaaviones no opera de forma aislada, sino que constituye el núcleo de un grupo de combate naval que suele incluir dos destructores, un crucero, un submarino de ataque y varios buques logísticos. En conjunto, forman una fuerza capaz de realizar operaciones militares de gran escala en cualquier punto del planeta.
Con su imponente presencia y capacidades de vanguardia, el USS Gerald R. Ford se despliega en el Caribe para apoyar los esfuerzos de la administración Trump en la lucha contra el narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales en Sudamérica.