En un giro inesperado, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha desmentido rotundamente los rumores de que su país estaría preparándose para bombardear instalaciones militares en Venezuela. Esto ocurre horas después de que el propio Presidente Donald Trump también negara tales planes.
Rubio, a través de su cuenta en la red social X, cuestionó duramente al Miami Herald por haber publicado «una historia falsa» sobre un posible ataque estadounidense en Venezuela. En sus palabras, las «fuentes» que afirmaban tener «conocimiento de la situación» engañaron al diario para que escribiera esta noticia.
Por su parte, el Wall Street Journal matizó la información, señalando que «el presidente no ha tomado una decisión final sobre ordenar bombardeos en tierra». Sin embargo, el Miami Herald había asegurado que los ataques aéreos podrían ocurrir «en cuestión de días o, incluso, horas».
Cuando se le consultó sobre el tema, el Presidente Trump fue categórico: «No, no son verdad», respondió sin dar más detalles. De haberse llevado a cabo, estos supuestos ataques habrían representado una escalada significativa de las tensiones entre Estados Unidos y el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Tensiones Crecientes en el Caribe
Las declaraciones de Rubio y Trump se producen en medio de un creciente despliegue militar estadounidense en el Caribe, que pronto contará con la presencia del mayor portaaviones de la flota, el USS Gerald Ford. Esto se suma a los al menos 15 ataques letales que el Ejército de EE.UU. ha llevado a cabo contra embarcaciones que supuestamente transportaban drogas, dejando hasta 61 muertos.
Desde la perspectiva de expertos, este escenario sugiere que las tensiones entre Washington y Caracas podrían seguir escalando en los próximos días, a pesar de las negativas oficiales sobre un posible bombardeo inminente.
¿Qué Significa esto para la Región?
La rotunda desmentida de Rubio y Trump sobre un ataque a Venezuela genera incertidumbre sobre los verdaderos planes de Estados Unidos en la región. Mientras las fuentes del Miami Herald aseguraban tener «conocimiento de la situación», las autoridades estadounidenses han optado por negar categóricamente tales planes.
Este episodio pone de manifiesto la complejidad de la situación geopolítica en el Caribe y la necesidad de una mayor transparencia por parte de los actores involucrados. A medida que la tensión continúa creciendo, la comunidad internacional observará con cautela los próximos movimientos de Washington y Caracas.