Hablar y opinar sobre otros, una práctica conocida coloquialmente en Chile como «pelambre», podría ser más beneficiosa para nuestra salud mental de lo que pensábamos. De hecho, una investigación científica realizada hace años por la Universidad de Pavía, en Italia, reveló que compartir experiencias sobre otras personas puede ser tan beneficioso para el cerebro como disfrutar de otros placeres.
Según Álvaro Romero, neurólogo de Clínica Indisa, «El cerebro no distingue entre diferentes fuentes de placer saludable, ya sea compartir una barra de chocolate o una conversación amena sobre las experiencias de otros. Los neurotransmisores asociados al bienestar se activan de manera similar».
Cuando participamos en este tipo de conversaciones sociales, nuestro cerebro libera un «cóctel» de sustancias beneficiosas, como oxitocina, serotonina y endorfinas. Este mismo proceso ocurre cuando disfrutamos de un chocolate de alta calidad, pero sin las calorías adicionales.
Entre los beneficios documentados de esta práctica se encuentran la reducción natural del estrés, la mejora del estado de ánimo, el fortalecimiento de las conexiones sociales y el aumento de la sensación de pertenencia. Según Jeanette Vega, psicóloga de Indisa, «Es comparable al entrenamiento de un músculo: cuanto más se ejercita de manera adecuada, mejor se desarrolla y más eficientemente funciona».
Mejores Indicadores de Salud Mental
Los registros de diversos centros de salud mental muestran que los pacientes que mantienen una vida social activa y participan regularmente en conversaciones sobre la experiencia de un tercero presentan:
- Menor incidencia de episodios depresivos.
- Reducción significativa en los niveles de ansiedad social.
- Mayor capacidad de resiliencia emocional.
- Mejores habilidades para el manejo del estrés.
- Mayor facilidad para establecer y mantener relaciones interpersonales saludables.
Esta evidencia clínica respalda la teoría de que nuestro «músculo social» requiere ejercicio regular para mantener una óptima salud mental, de la misma manera que nuestro cuerpo necesita actividad física para mantenerse en forma.
Equilibrio y Moderación
Jeanette Vega establece una interesante comparación: «Así como recomendamos el consumo moderado de chocolate por sus beneficios para la salud, las conversaciones sociales, incluso sobre terceros, pueden ser parte de una dieta emocional equilibrada».
Álvaro Romero concluye: «En un mundo donde la salud mental es cada vez más importante, descubrir que las interacciones sociales pueden ser tan beneficiosas como otros placeres saludables es revolucionario».
Sin embargo, la psicóloga Jeanette Vega hace un llamado a distinguir entre compartir experiencias de manera empática y el chisme malicioso, resaltando que «el objetivo debe ser construir conexiones positivas, no dañar reputaciones. De esta manera, no solo estamos beneficiando nuestra salud mental, sino que contribuimos a crear una sociedad más empática y comprensiva».