La principal planta exportadora de carne bovina del país, Frigosorno, se enfrenta a una merma diaria de hasta 150 cabezas en su volumen habitual de faenamiento, estimado en 500 animales. Esta situación se debe a una movilización de un sector de los trabajadores del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
Según Luis Felipe Miranda, presidente nacional de la asociación de funcionarios del SAG, la movilización responde a un petitorio con demandas como aumento de grado, ascenso a contrata de funcionarios a honorarios, asignaciones de alimentación y locomoción, y la eliminación de circulares internas, las cuales no han sido atendidas hasta el momento.
Impacto en la trazabilidad y la inocuidad
El dirigente, quien es inspector oficial del SAG en Frigosorno, advierte que la sustitución de inspectores por personal sin experiencia compromete la trazabilidad y la inocuidad del proceso. «Hacemos todo lo que es el control de enfermedades, que no vengan con patologías los animales, y están mandando gente que no tiene expertiz para cubrir nuestros puertos, y lamentablemente la ciudadanía puede sufrir las consecuencias», explicó.
Preocupación por el consumo de carne sin garantías
Por su parte, el gerente general de Frigosorno, Ignacio Etcheverry, acusó la merma de entre 100 y 150 cabezas de un promedio de 500 faenadas por jornada, lo que posibilita el aumento de la importación y afecta directamente los envíos a mercados externos. Pero lo que más le preocupa es el consumo por parte de la población de cortes que no garantizan inocuidad.
«Cuando empieza a mermar la faena, la gente compra carne faenada en cualquier lado, sin ningún control de calidad, con todos los peligros que se puedan entender», advirtió Etcheverry.
Respuesta del SAG
Ante las consultas, el SAG aseguró que la faena en Frigosorno se mantiene operativa bajo un plan de contingencia nacional, con personal de reemplazo y supervisión de médicos veterinarios oficiales, asegurando que las labores cumplen con la normativa vigente y los estándares exigidos por los mercados de destino.
Sin embargo, tanto el dirigente sindical como el gerente de Frigosorno coinciden en que la sustitución de inspectores experimentados por personal sin la debida capacitación pone en riesgo la trazabilidad y la seguridad alimentaria de los consumidores.