En un giro dramático, el príncipe Andrés ha anunciado su renuncia a los títulos y honores reales que le habían sido conferidos. Esta decisión se produce después de una «conversación» con su hermano, el rey Carlos III, y el resto de la familia real británica.
En un comunicado, el príncipe Andrés explicó que las «continuas acusaciones» en su contra «distraen del trabajo de Su Majestad y la Familia Real». Por lo tanto, ha decidido «priorizar [su] deber hacia [su] familia y [su] país» y dejar de usar sus títulos y honores.
Esta medida se produce en medio de las persistentes denuncias de Virginia Giuffre, quien afirma haber sido víctima de abuso sexual por parte del príncipe cuando era menor de edad. Giuffre, cuyas memorias se publicaron recientemente, aseguró que Andrés creía que «tener sexo conmigo era su derecho de nacimiento».
Pérdida de 12 títulos y honores
Además de renunciar a su título de Alteza Real, el príncipe Andrés dejará de ser miembro de la Orden de la Jarretera y perderá otros 12 títulos y distinciones, incluyendo algunas en el extranjero. Su exesposa, Sarah Ferguson, también dejará de ser llamada Duquesa de York.
Esta decisión se produce en un momento delicado para la monarquía británica, con la familia real lidiando con las secuelas del escándalo sexual que ha envuelto al príncipe Andrés durante años. La renuncia a sus títulos y honores es un intento de minimizar el impacto negativo y permitir que la Corona se enfoque en sus deberes.
Un paso necesario para la familia real
Según expertos, la renuncia del príncipe Andrés a sus títulos y honores es un paso necesario para la familia real, que busca preservar su imagen y credibilidad en medio de este escándalo. Al priorizar el «deber hacia su familia y su país», Andrés reconoce que su presencia pública se ha convertido en una distracción que entorpece el trabajo de la monarquía.
Si bien el príncipe Andrés ha negado rotundamente las acusaciones en su contra, la decisión de renunciar a sus títulos y honores sugiere que la familia real ha concluido que su permanencia en la esfera pública ya no es sostenible. Este movimiento estratégico busca minimizar el daño y permitir que la Corona se enfoque en sus responsabilidades.
