En una conmovedora historia de superación, el niño de 2 años que fue baleado por su propio padre en Temuco, región de La Araucanía, ha recibido finalmente el alta médica tras semanas de lucha por su vida en el hospital.
Este brutal incidente ocurrió el pasado 2 de septiembre, cuando el padre del menor, de 23 años, fue a buscarlo al jardín infantil y luego lo llevó a la casa de la madre. Allí, una discusión por la pensión de alimentos derivó en una violenta confrontación, durante la cual el hombre sacó un arma y le disparó al niño en la cabeza, mientras la madre intentaba intervenir.
Milagro de Supervivencia
Según la investigación, el pequeño estuvo en riesgo vital tras el ataque y fue trasladado de urgencia al Hospital Hernán Henríquez Aravena de Temuco, donde permaneció hospitalizado durante semanas. Sin embargo, contra todo pronóstico, el niño logró recuperarse y finalmente recibió el alta médica, dejando atrás este traumático episodio.
Al ser consultada, la familia del menor agradeció tenerlo con vida, pero prefirió no entregar mayores detalles sobre su estado de salud actual. En paralelo, este sábado se realizó una misa en el sector de Chanquín Alto, cerca del Portal San Francisco, para dar gracias por la sorprendente mejoría del pequeño.
Padre Acusado y Encarcelado
Por su parte, el padre del niño, de 23 años, continúa en prisión preventiva tras ser formalizado por los delitos de parricidio frustrado, porte ilegal de arma de fuego y porte ilegal de municiones.
Si bien el imputado asegura que el hecho fue un accidente, ya que el arma era vieja y se disparó por su mal estado, su defensor público, el abogado Luis Acuña, afirmó que «la intención del imputado jamás fue quitarle la vida a su hijo», sino obtener el cuidado personal del menor debido a problemas económicos relacionados con la pensión de alimentos.
Una Lección de Resiliencia
Este caso conmociona a la comunidad de Temuco y sirve como un recordatorio doloroso de la importancia de resolver los conflictos familiares de manera pacífica y sin recurrir a la violencia. Sin embargo, la recuperación milagrosa del niño también es una inspiradora muestra de la fuerza y la resiliencia que pueden llegar a tener los más pequeños.
A pesar de la terrible experiencia vivida, este pequeño luchador ha logrado vencer contra todo pronóstico y vuelve a casa con su familia, demostrando que incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la voluntad de vivir pueden ser más poderosas.