El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha denunciado que la decisión del gobierno de Estados Unidos de revocarle su visa viola el derecho internacional y las normas de inmunidad diplomática que rigen el funcionamiento de las Naciones Unidas.
Petro considera que la sede de la ONU no puede continuar en Nueva York después de este incidente, en el que también se impidió la entrada a Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina, para intervenir ante la Asamblea General.
Violación de la inmunidad diplomática
Según el mandatario colombiano, «lo que hace el gobierno de EEUU conmigo rompe todas las normas de inmunidad en que se basa el funcionamiento de las Naciones Unidas y su Asamblea General. Hay total inmunidad para los presidentes que asisten a la Asamblea y el gobierno de EEUU no puede condicionar la opinión de los EEUU (sic)».
Petro afirma que la revocación de su visa por «pedir al ejército de EEUU y de Israel que no apoyen un genocidio» demuestra que el gobierno estadounidense «ya no cumple con el derecho internacional».
Alternativas de viaje
A pesar de la revocación de su visa, Petro asegura que no la necesita, ya que también tiene ciudadanía italiana y puede viajar con el Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA), que exime de la visa a los ciudadanos europeos. Sin embargo, la concesión de la ESTA no es automática y está sujeta a la aprobación de las autoridades estadounidenses.
Llamado a la responsabilidad
Tras este incidente, políticos y empresarios colombianos han pedido a Petro que maneje de manera responsable las relaciones con Estados Unidos, el principal socio comercial y aliado en seguridad y defensa del país andino.
Este no es el primer caso de un presidente colombiano al que se le ha revocado el visado estadounidense. A mediados de los años 90, también le sucedió al entonces presidente Ernesto Samper, tras ser acusado de recibir dinero de narcotraficantes para su campaña electoral.