En una contundente respuesta, la empresa farmacéutica Kenvue, fabricante de la popular marca de paracetamol Tylenol en Estados Unidos, ha rechazado las declaraciones del presidente Donald Trump que piden limitar el uso de este medicamento en mujeres embarazadas por su supuesta vinculación con el autismo.
Según Melissa Witt, portavoz de Kenvue, la compañía «discrepa rotundamente de cualquier sugerencia contraria a la ciencia independiente». Witt agregó que están «profundamente preocupados por el riesgo que esto supone para la salud de las futuras madres».
Estas declaraciones surgen luego de que Trump advirtiera sobre una «crisis horrible» de autismo en Estados Unidos y afirmara que «no hay ninguna desventaja» si se deja de consumir Tylenol durante el embarazo. De hecho, la Administración de Trump ordenó que el medicamento sea etiquetado en centros de venta por el supuesto riesgo que puede conllevar.
Tylenol, un Analgésico Ampliamente Utilizado
En Estados Unidos, Tylenol es uno de los analgésicos y antipiréticos de venta libre más utilizados, con millones de consumidores que lo eligen anualmente para aliviar dolor y fiebre. La marca pertenece a Kenvue, una empresa escindida de Johnson & Johnson, y genera ventas millonarias, estimadas en alrededor de 1.000 millones de dólares al año.
Respaldo de la Comunidad Médica
Por su parte, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos emitió un comunicado en el que asegura que el paracetamol es seguro y que «las enfermedades que se tratan durante el embarazo son mucho más peligrosas que cualquier riesgo teórico y pueden causar graves problemas de salud», según escribió Steven J. Fleischman, presidente de la organización.
Ante las declaraciones de Trump, la industria farmacéutica y la comunidad médica han salido en defensa del uso responsable de Tylenol durante el embarazo, rechazando categóricamente cualquier vínculo con el autismo que no esté respaldado por evidencia científica sólida.