En un giro controvertido, el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha criticado duramente al gobierno de Donald Trump por su supuesta coerción hacia los medios de comunicación. Según Obama, la administración actual ha llevado la «cultura de la cancelación» a «un nivel nuevo y peligroso» al amenazar con acciones regulatorias contra empresas mediáticas que no se alinean con sus intereses.
El detonante de estas declaraciones fue la reciente suspensión indefinida del programa de Jimmy Kimmel en la cadena ABC. Según Obama, esto representa «precisamente el tipo de coerción gubernamental que la Primera Enmienda fue diseñada para evitar», y exhortó a los medios a «empezar a defenderse» en lugar de «capitular» ante estas presiones.
Censura y ataque a la libertad de expresión
La suspensión del programa de Kimmel se produjo después de que el conductor y comediante criticara duramente al presidente Trump por supuestamente utilizar políticamente el asesinato del influyente conservador Charlie Kirk. Kimmel afirmó que las actitudes del mandatario mostraban que no estaba realmente afectado por la muerte de Kirk.
Desde el ala demócrata y en Hollywood, la decisión de ABC fue recibida con total rechazo, acusando abiertamente de «censura» y un «ataque a la Primera Enmienda». Por su parte, Trump celebró la suspensión del programa en sus redes sociales.
Libertad de prensa en peligro
Para Obama, este incidente representa un peligroso precedente que pone en riesgo la libertad de prensa en Estados Unidos. Al amenazar con acciones regulatorias contra medios que no le son afines, la administración Trump estaría violando principios fundamentales de la democracia.
La pregunta que queda en el aire es si esta tendencia continuará o si los medios lograrán defenderse eficazmente ante lo que parece ser un intento de silenciar voces críticas. La libertad de expresión y el papel de la prensa libre en una sociedad democrática están claramente en juego.
