La familia Reyes, originaria de Santiago, Chile, se encuentra atrapada en una pesadilla logística después de llegar a la emblemática ciudadela inca de Machu Picchu. Cristina Reyes, junto a sus 5 familiares adultos y 4 niños, planearon este viaje de vacaciones con más de un año de anticipación, pero ahora se enfrentan a una situación caótica e incierta.
La Odisea de Llegar a Machu Picchu
Tras un viaje de más de 5 horas caminando, la familia logró llegar a Machu Picchu, evitando así perder sus vacaciones. Sin embargo, ahora se encuentran varados, sin poder regresar, debido a la suspensión indefinida del servicio de trenes que conecta la ciudadela con la ciudad de Cusco. «Nadie da información y todo es un caos porque está lleno de gente que quiere salir de Machu Picchu, porque la única salida es por tren, o por una caminata muy peligrosa en las vías del tren de 5 horas», relata Cristina con frustración.
La Falta de Coordinación y Soluciones
A pesar de la tregua de 72 horas acordada entre las autoridades peruanas y las comunidades locales, la familia Reyes sigue a la espera de una solución. «Seguimos esperando», dice Cristina, quien lamenta que desde el consulado chileno no se hayan puesto en contacto para gestionar posibles alternativas. Mientras tanto, las largas filas y la aglomeración de turistas en la estación de tren son una imagen recurrente que refleja la magnitud de la crisis.
Las Raíces de la Problemática en Machu Picchu
La suspensión del servicio de trenes es solo la punta del iceberg de una crisis más profunda que afecta a Machu Picchu. Acusaciones de monopolio, irregularidades en la venta de boletos, dificultades en el transporte terrestre y la falta de coordinación entre instituciones y empresas turísticas han puesto en riesgo el estatus de esta «Nueva Maravilla del Mundo». Expertos advierten que, de no resolverse estos problemas, Machu Picchu podría perder su prestigiosa designación.
Un Llamado a la Acción
La angustiante experiencia de la familia Reyes es un reflejo de los desafíos que enfrentan miles de turistas que visitan Machu Picchu. Mientras las autoridades y las empresas turísticas trabajan para encontrar soluciones, es crucial que se priorice la seguridad y el bienestar de los visitantes. Solo así podrá preservarse el legado y la majestuosidad de este icónico sitio patrimonio de la humanidad.
