En un descubrimiento sin precedentes, un equipo de astrónomos del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) y del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica de Chile han revelado nuevos y sorprendentes detalles sobre el cometa interestelar 3I/ATLAS. Este objeto, que proviene de fuera de nuestro sistema solar, se acercará al Sol en octubre y promete desvelar secretos cósmicos nunca antes vistos.
Liderados por los estudiantes Rohan Rahatgaonkar, Juan Pablo Carvajal y Baltasar Luco, bajo la dirección del investigador principal Thomas Puzia, el equipo utilizó los poderosos espectrómetros X-SHOOTER y UVES del Telescopio Muy Grande (VLT) de la ESO, ubicado en el desierto de Atacama, para analizar la luz emitida por 3I/ATLAS mientras se desplazaba entre 4,4 y 2,85 unidades astronómicas del Sol.
Un Cometa Interestelar Único
Los resultados revelan un espectro dominado por un polvo rojizo, acompañado de las primeras detecciones de emisiones de níquel atómico (Ni I) y cianógeno (CN). Este hallazgo es especialmente significativo, ya que es la primera vez que se observa un cometa interestelar tan activo a tan larga distancia del Sol, rompiendo los patrones típicos de estos objetos.
Normalmente, cuando los cometas se acercan al Sol, el calor provoca la evaporación del agua y otros hielos, liberando gases que forman la característica coma. Sin embargo, 3I/ATLAS decidió ignorar este guión, no mostrando estos gases compuestos, pero sí liberando átomos de níquel, un metal nunca antes detectado de esta forma a gran distancia del Sol y sin señales de hierro, que suele observarse simultáneamente en otros objetos similares.
Un Laboratorio Natural Único
Para Thomas Puzia, este hallazgo es realmente significativo: «Es como si este cometa encendiera primero las notas metálicas de una orquesta, pero sin que suenen los instrumentos habituales del agua o del CO. El hecho de ver níquel tan temprano y en solitario podría indicar que se formó y perduró en ambientes extremos, quizás en el disco grueso de la Vía Láctea».
Por su parte, Juan Pablo Carvajal agrega que «en los cometas del Sistema Solar y en el anterior objeto interestelar 2I/Borisov, el níquel siempre había sido observado junto al hierro. Aquí lo vemos activarse solo, como la primera señal de un fósil criogénico de hace miles de millones de años. Eso nos habla de un proceso distinto; de un laboratorio natural diferente a cualquier otro que conocemos».
Más Misterios por Descubrir
Cuando 3I/ATLAS alcance su perihelio, el punto más cercano al Sol, el 29 de octubre, el equipo del CATA y la UC ya cuenta con un programa de 37,5 horas de observación con el VLT para continuar estudiando su espectro, además de un proyecto adicional con instrumentos de altísima resolución que permitirá medir su composición isotópica.
Según Baltasar Luco, «hasta ahora solo hemos leído un capítulo del espectro electromagnético. Lo que viene de nuestro Instituto promete revelar aún más misterios de este viajero cósmico».
Sin duda, este cometa interestelar está desafiando todas las expectativas y ofreciendo una ventana única para comprender mejor la formación y evolución de estos objetos en otros sistemas planetarios. Las próximas semanas serán cruciales para desentrañar aún más los secretos de este fascinante visitante.