En un giro inesperado, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro ha sido condenado a 27 años y 3 meses de prisión por delitos contra la democracia, incluyendo intento de abolición del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal y daños al patrimonio público. Sin embargo, Bolsonaro aún no irá a prisión de inmediato, ya que su defensa podrá presentar recursos de apelación para intentar revertir o posponer la ejecución de la sentencia.
La condena fue dictada por la Primera Sala de la Corte Suprema de Brasil, que votó 4 a 1 a favor de declarar culpable a Bolsonaro y otros siete acusados. Ahora, las defensas tendrán un plazo para presentar recursos de aclaración, con el objetivo de especificar detalles de la sentencia y, eventualmente, lograr una reducción de la pena o un aplazamiento de su cumplimiento.
Recursos Legales y Posibles Escenarios
Según expertos, Bolsonaro no podrá solicitar que el caso sea revisado por el pleno del Tribunal, ya que solo un juez votó a favor de absolverlo. Esto elimina la posibilidad de que el resultado del juicio pueda cambiar.
Una vez que se agoten los recursos, la pena de Bolsonaro se volverá efectiva. Sin embargo, debido a su avanzada edad (70 años) y problemas de salud, el exmandatario podría solicitar cumplir la condena en prisión domiciliaria, tal como ocurrió recientemente con el expresidente Fernando Collor de Mello.
Implicaciones para la Democracia Brasileña
La condena de Bolsonaro por intento de golpe de Estado representa un duro golpe para sus seguidores y una victoria para la democracia brasileña, que logró resistir los embates del expresidente. El presidente Boric de Chile ya ha enviado su respeto a la fortaleza de las instituciones democráticas de Brasil.
Sin embargo, el hecho de que Bolsonaro aún pueda evitar la prisión inmediata a través de recursos legales genera preocupación sobre la posibilidad de que pueda seguir desestabilizando el sistema político desde el exterior. Será crucial que la justicia brasileña actúe con firmeza y celeridad para hacer cumplir la sentencia y preservar la integridad del Estado de derecho.